México D.F. Un Emiliano Zapata espiritual, sensible e interpretado por el charro Alejandro Fernández es la versión que rueda actualmente Alfonso Arau, con una producción de $10 millones, lujosa para los niveles del cine mexicano.
"Yo creo que vamos a dejar una huella muy grande en la historia de México y en el cine porque es la película mexicana más ambiciosa que se ha hecho aquí, incluso podríamos ganar un Oscar por la gran realización", declaró Alejandro Fernández, el intérprete de moda de la música ranchera.
Alejandro Fernández ofició de promotor de la película, mientras que Alfonso Arau, concentrado en su tarea, comentó sobre el trabajo del cantante a la prensa: "Cada día está actuando mejor, lo hace realmente fantástico".
La filmación comenzó el 28 de julio y terminará el 27 de setiembre, en haciendas azucareras del siglo XIX, en la zona donde vivió el Caudillo del Sur.
Los escenarios recrean de manera fidedigna el México rural de hace 100 años. "Con el paso de los días me va gustando más esto de la actuación, yo pensé que me iba a costar más trabajo, pero las cosas se han facilitado con la dirección de Alfonso y la ayuda de mis compañeros como Patricia Velásquez" (coprotagonista venezolana), dijo Fernández.
"Además, la producción de Eugenio Zanetti (diseñador de producción argentino) y Vittorio Storaro (cinefotógrafo italiano, ganador de tres Oscar) que hace de cada escena una pintura la hacen una película excepcional", agregó el protagonista mexicano.
Arau, de 71 años, cuenta con una prolífica carrera como actor y director. Entre sus películas más destacadas se encuentran Como agua para chocolate (1992) y Un paseo por las nubes (1995).
Por lo general las películas mexicanas padecen escasez de dinero, sin embargo, el presupuesto de 10 millones de dólares (que sería poco para una producción de Hollywood) les brinda a los productores la oportunidad de no escatimar en recursos técnicos.
Un punto de controversia de la cinta es su carencia de rigor histórico.