Lleva a cuestas 40 y 19 años, como él dice y aún sigue vendiendo, comprando y poniéndole precio a cuanto artículo ofrezcan a través de la línea telefónica, él es Pedro Iván Maximiliano Díaz Cuya, el progenitor del programa Cambalache.
Ese trueque lleva ya 25 años al aire, en diferentes "casas" o radioemisoras; su nacimiento fue en Radio América Latina, más crecidito pasó por Columbia, Sonora y, desde hace tres meses, ocupa la cabina de Radio Victoria, (1180 AM) a las 10 a. m. de lunes a viernes.
Lo cierto es que la vida de Díaz y la de Cambalache ha ido casi junta. Con su frase ¿Qué le compro, qué le vendo, qué le cambio? es ya una figura presente en el imaginario costarricense, pero pocos saben cómo llegó este peruano a formar uno de los programas radiales más longevos del país.
Vida mediática. Desde su natal Perú, tierra que dejó en 1979, Díaz ya estaba conectado con la radio y los medios de comunicación.
Con experiencia también en televisión, teatro y cine, no fue difícil desempeñarse como animador y conductor, tareas por las que es más reconocido en el país.
Con su llegada a Radio América como jefe de programación allá en el año 80, asegura que la radio dio un salto en rating y de estar en la posición 27 de sintonía pasó a la número siete, gracias, en buena parte, a la creación de Cambalache.
"Cambalache 'picaba' mucho en la mañana" comentó Díaz.
Apostó a la fórmula del Cambalache ante la necesidad de anunciar de una forma diferente las cosas, analizó la disponibilidad de líneas telefónicas y, como en cualquier país latino, el deseo existente de deshacerse de "chunches" de más.
El programa cuenta con un público cautivo, afirma, que no necesariamente vende o compra nada, solo escucha para entretenerse con algunas de las salidas jocosas que el mismo intercambio genera.
"El programa me permite medir cómo cambia la sociedad, en términos de movimientos económicos he visto la tendencia hacia la dolarización, la venta de cosas por un valor y cómo se está volviendo cada vez más al trueque" comentó.
"En Cambalache hago de todo, desde instruir a la gente sobre parámetros de precios hasta aconsejar si es mejor comprar casa o carro; trato de educar" comenta.
A través de estos 25 años Díaz recolectó anécdotas y hasta formó tres parejas por medio de sus programas. "El ingrediente vital que hace que Cambalache siga vivo es el trato con la gente", asegura.
"Este trabajo me ha traído paz con Dios, Él me permitió desarrollar esto donde él quiso, no donde yo quiero" afirmó.
Estudió Pedagogía y teatro en la Universidad Católica de Lima, así como administración de empresas cooperativas y autogestionarias en la Universidad de San Martín.
Trabajó para Radio Excelsior y Estereo Lima 100 como director de noticias en Perú, hasta que el gobierno tomó los medios de comunicación y decidió venir al país.
Díaz está casado con Ivette Paniagua y tiene dos hijos.