Un galán imperceptible

Moore fue famoso como galán de aspecto insignificante, pero capaz de ganarse los corazones de sus coestrellas en cintas como 10 (de 1979) y Arthur (1981).

Los médicos le diagnosticaron esa rara enfermedad en 1999, y al año siguiente Moore admitió que no tenía cura, pero rechazó las versiones de que estaba por morir.

Su película 10 ( La mujer perfecta ) tenía toques autobiográficos. En ella, Moore hacía el papel de un músico determinado a encontrar la mujer perfecta para casarse con ella. En la vida real, el actor, que era también pianista de jazz, no logró el final feliz: contrajo cuatro matrimonios que terminaron en divorcios.

El artista, nacido en Dagenham, al este de Londres, confesó tener sentimientos de inferioridad debido a su familia obrera y a su escasa estatura, de 1,58 metros. También se sintió rechazado por su madre, debido a que nació con una deformidad en el pie izquierdo.

"Los comediantes se sienten motivados con frecuencia por sentimientos de rechazo. Yo me sentí inferior debido a diferencias de clase, a mi escasa fuerza, a mi baja estatura. Si pudiera haberle pegado a alguien en la nariz, no habría sido un comediante", declaró en la entrevista.

Moore comenzó a darse a conocer como cantante y pianista en obras de teatro. De aquí pasó al cine, donde actuó en Bedazzled ( Un fausto moderno ), de 1967.

El director británico Blake Edwards le dio el estelar de 10 cuando George Segal se retiró del rodaje. Esa película, de 1979, coprotagonizada por la actriz Bo Derek, estableció a Moore como estrella de Hollywood.

Dos años después encarnó a Arthur , un rico aficionado al alcohol que se enamora a Liza Minnelli. Por su actuación en esa cinta fue candidato a mejor actor por la Academia de Hollywood.

Esa película constituyó el momento culminante de la carrera de Moore, aunque hizo varias otras, entre ellas una secuela de Arthur en 1988.