
La comedia de los hermanos Coen El Gran Lebowski ha alcanzado el estatus de culto e inspirado a miles de seguidores a rendirle un festival anual que se celebrará por primera vez este año en Nueva York.
El Lebowski Fest , concebido por Will Russell y Scott Shuffit para “celebrar todas las cosas Lebowski” –desde la misma película hasta la pasión por los bolos–, se celebrará en la Gran Manzana el 13 y 14 de agosto.
El festival rendirá tributo al personaje de la película, El Nota , un exhippie, fumador de mariguana y jugador de bolos encarnado por el actor Jeff Bridges que un día es confundido por un par de matones con el millonario Jeff Lebowski.
Este desarreglado y desocupado habitante de Los Ángeles, a quien le acompaña el regordete veterano de Vietnam (John Goodman) como una suerte de metáfora de los turbulentos años 70 y la experiencia bélica, sigue inspirando a miles con sus chistes y ocurrencias.
Después de tres exitosas celebraciones en Louisville (Kentucky) y una en Las Vegas (Nevada), el Lebowski Fest se presentará en el club Knitting Factory de Manhattan y el bowling (bolera) Cozy Bowl de Queens.
La celebración se centra en campeonatos de bolos, pero también ofrecerá concursos de disfraces y de trivialidades sobre El Gran Lebowski –el ganador recibirá un bolo con una ilustración y un autógrafo de Bridges–, y música en vivo.
Como la espuma
Desde el primer festival celebrado en el 2002 –irónicamente, en una sala de bolos de Louisville administrado por la Iglesia Bautista– hasta la fecha, el número de seguidores de este particular culto ha crecido de 150 a 4.000, según la prensa local.
El fenómeno tiene hasta su propia jerga (los Achievers son los seguidores), su propio coctel (el Ruso Blanco, el favorito de El Nota ) y su propio atuendo (pantalones cortos, camiseta holgada y sandalias) y apariencia (desaliñada y semblante nihilista).
El personaje de El Nota está inspirado en Jeff Dowd, un exproductor de cine que, de hecho, hará acto de presencia en el festival, y aferrado a una causa política: incitar a los electores a votar, sobre todo de cara a la Convención Nacional Republicana.
El momento no podía ser más apropiado, ya que El Gran Lebowski es también recordado por su ambientación en la primera guerra del Golfo Pérsico y sus referencias al presidente George Bush, padre del actual inquilino de la Casa Blanca, y al exlíder iraquí, Sadam Husein.
Política de por medio
“Quien tenga algo que decir sobre esta guerra y el gobierno de Bush tiene que votar. Creo que la gente que vendrá al festival sabe que podemos hacer la diferencia”, dijo Dowd al periódico The New York Sun .
En declaraciones a The New York Times , Dowd –que instalará una mesa para ayudar en el registro de electores jóvenes durante el festival– dijo que acudirá a la Convención Nacional Republicana, que se celebrará en Nueva York del 30 de agosto al 2 de setiembre.
Dowd llevará a los republicanos una cesta con regalos simbólicos: un par de gafas para ayudarles a ver lo que pasa en el país, una copia de la Constitución para recordarles los derechos de los estadounidenses como ciudadanos libres y una bolsa de bolos, para que tengan algo que hacer en los próximos cuatro años.