Un falso patriotismo

El patriotismo visceral, elitista y excluyente, yo no lo asimilo

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Entiendo que Daniel Ortega sea un tipo que no gusta, el presidente por el que yo jamás votaría. Comprendo perfectamente que si las instituciones judiciales se han rendido a sus caprichos más espurios, no digamos ya para perpetuarse en el poder, sino para evadir incluso una investigación por violación en la que la hija de su esposa era la denunciante, aprovecharse y fabricar un pleito con Costa Rica resulte, así visto, una bagatela. Todo perfectamente maquinado para alcanzar el único objetivo que parece desvelarlo: no dejar la presidencia.








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