BRASILIA. ¿Por qué será que tantos brasileños incorporaron a su vocabulario palabras árabes como inshalá y se interesan por las danzas, la música y la culinaria de los países musulmanes?
Detrás de la moda árabe en Brasil, está una de las telenovelas más exitosas de los últimos tiempos en este país: El clon ( O Clone ), producción de la red televisiva Globo, la mayor del país, con escenas filmadas en Marruecos y Río de Janeiro.
El clon cuenta la historia de Jade, una musulmana que se enamora de Lucas, joven brasileño que, tras la muerte de su hermano gemelo, se vuelve amargado y taciturno.
Después, un científico hace un clon de Lucas con el mismo entusiasmo que éste tenía por la vida a los 20 años, y Jade vive un extraño reencuentro con su viejo amor.
El joven Benicio Murilho -quien actuó con Penélope Cruz en la cinta Mujeres arriba - desempeña tres papeles: el de Lucas, su gemelo Diogo, y luego el del clonado Leo, quien, cuando crece, investiga su verdadero origen. El papel de Jade lo personifica Giovanna Antonelli.
Además de llevar la cultura árabe al popular barrio de S"o Cristovao, en Río de Janeiro, la novela puso en el tapete temas polémicos como el debate moral en torno a la clonación humana y el uso de estupefacientes.
Para Mauro Alencar, un estudioso de las telenovelas, el éxito de El clon tiene como punto de partida el trabajo de la autora brasileña de telenovelas Gloria Peres.
La serie ya se exhibe con éxito en la televisión hispana de los Estados Unidos, lo que podría ser consecuencia del interés por la cultura árabe surgida tras los ataques del 11 de septiembre en Nueva York y Washington.
Como cuento de hadas
"La telenovela tiene un papel terapéutico porque la gente convive con la cultura musulmana debido a la información que sale en la prensa, y la novela permite que la convivencia se dé de una manera amena", opinó la profesora Maria Lourdes Motter, del Núcleo de Estudios de Telenovelas de la Universidad de S"o Paulo.
Motter comentó que esta telenovela es como un cuento de hadas que incorpora la opulencia de una familia marroquí, ropas atractivas y danzas exóticas, como trasfondo para abordar asuntos como la clonación humana.
Las telenovelas en Brasil se han convertido en un foro de discusión de temas que preocupan a la sociedad. "En las telenovelas se puede discutir cualquier tema, y todo el mundo tiene algo que opinar", sostuvo Motter.
Uno de los personajes de El Clon se incorporó abiertamente a la campaña contra el dengue, ante un brote mortal de la enfermedad en Río de Janeiro.
En los años 70, la novela Espigao abordó el problema del ambiente, despertó una preocupación nacional sobre la protección de la naturaleza e incorporó, al lenguaje popular, expresiones como ecosistema y tala de bosques.