A él lo consideran un gurú, y no es extraño: sus novelas hablan de la energía positiva, la magia y el espíritu. Paulo Coelho no se considera profeta ni religioso, pero, aún así, sus libros se venden como "pan caliente" -y no es una exageración-.
Hace unos días fue el homenajeado especial de la IV Feria Internacional del Libro en Bolivia. Este mes, al éxito comercial y a las decenas de reconocimientos que ha obtenido, Jacques Chirac, presidente de Francia, une otra aprobación al brasileño Coelho: la condecoración con la Legión de Honor.
Coelho es actualmente el segundo escritor más vendido, un fenómeno sólo superado por John Grisham, un autor estadounidense de novelas. No obstante, su vida no ha sido tan apacible como muchos imaginarán: en su juventud fue hippie, consumidor de drogas, paciente psiquiátrico y miembro de Hare Krishna.
De hecho, estuvo en Bolivia hace 30 años como hippie mochilero, cuando salió por primera vez de su país.
En esa época, el joven Coelho andaba en una permanente búsqueda espiritual, intentando explicarse todo en tiempos de sexo, drogas y rock and roll. Ahora piensa que ese intento fue una tontería porque ''la vida en sí misma es un misterio''.
Célebre
Con 52 años cumplidos el 24 de agosto al pie de la Virgen de Copacabana, ubicada a orillas del lago Titicaca (a 100 kilómetros de La Paz, Bolivia), Coelho es una celebridad. Para muestra, un hecho: solo uno de los varios días en que visitó la feria boliviana, el escritor dedicó cuatro horas ininterrumpidas a firmar sus obras ante interminables filas de lectores.
Hace tres semanas, el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton apareció en la primera página del diario estadounidense The Washington Post con el libro El alquimista, de Coelho, en sus manos.
Coelho no oculta su orgullo ni su convencimiento de que él es la verdadera vanguardia literaria porque hace ''literatura para el pueblo''.
Él es un hombre bajito, delgado y de pelo blanco, siempre vestido de negro y muy elegante.
Para descalificarlo
A él lo señalan como miembro de la tendencia New Age, que propone un retorno a la espiritualidad individual, vinculada con diversas tradiciones milenarias ajenas a la llamada ''cultura occidental''.
Coelho no se deja amedrentar. Él dice que muchos intelectuales lo quieren encasillar en esa categoría para descalificarlo.
''No veo que mi obra sea la de un religioso. Hablar de la espiritualidad no me hace distinto. Yo soy un ser humano como cualquier otro. Uno no necesita ser espía para escribir de espionaje'', expresa una y otra vez a los periodistas que le preguntan si se consideraba un consejero espiritual.
Coelho subrayó que no escribe para ayudar, sino para acompañar, y que no se le puede considerar un integrante de la tendencia New Age porque fuma, bebe, come carne, es "políticamente incorrecto" y trata de llegar a la mayor cantidad posible de gente.
Tampoco admitió que se le considere una moda: ''¿Moda? No. ¡Son doce años de éxito!'', se apresura a responder.
Ese es Paulo Coelho, un hombre nacido en Río de Janeiro que tiene la certeza de que, en cualquier momento del día, muchas personas están leyendo algún libro suyo.
''Creo que el hecho de ser el segundo escritor más leído del mundo me permite no alejarme de los problemas, sino acercarme a ellos. En mis viajes por Europa, Suramérica o África, intento no perder el contacto con mis lectores. Para mí, un lector boliviano es tan importante como uno estadounidense'', asegura.
Para conocerlo mejor
¿Cuales son sus mayores influencias literarias? El argentino Jorge Luis Borges, el estadounidense Henry Miller, el británico William Blake y el brasileño Jorge Amado.
¿Cuál es su libro más vendido? El alquimista, que narra la historia de un pastor que deja su rebaño, viaja por el desierto y se descubre a sí mismo.
¿Qué ha logrado con él? Ese libro ha vendido más de 25 millones de ejemplares en más de 100 países del mundo, y fue traducido a 42 idiomas.
¿Qué otros libros se encuentran de él? El peregrino y La quinta montaña.