Cuando el final de la banda Man Ray parecía inminente, Tito Losavio decidió colgar la guitarra y el rock y empezar a producir sonidos mediante las máquinas.
Como resultado de su pasión por la música electrónica, el argentino formó el proyecto Coxis junto a la cantante Sol Bernardel. Se dio a la tarea de entregar sus nuevos sonidos en su país natal y hoy apunta al resto del continente.
Losavio está de paso por nuestro país y conversó con Viva sobre la separación de Man Ray y sus nuevas inquietudes artísticas.
Fin y principio
Desde 1987, Man Ray fue una de las bandas más populares de rock en Argentina, gracias al aporte de Tito y de su otra mitad en la agrupación, Hilda Lizarazu.
Fue en 1999 cuando los dos integrantes valoraron la posibilidad de buscar caminos por aparte, pues Hilda estaba con planes de ser madre, los cuales se concretaron la semana pasada.
El grupo dio varias presentaciones de despedida, pero sin hacer mucha bulla. "La gente nos pidió un concierto grande de despedida y una gira pero no fue el espíritu. Man Ray es un capítulo cerrado, pero que podría volver en el futuro pues Hilda y yo somos como hermanos y tenemos una excelente amistad", dijo Losavio.
Fue en el mundo de los bares de Buenos Aires que Tito se encontró a Sol, una joven con una inquietud por la música incontenible.
Ella había formado parte de una banda local llamada Surya TV, antes de viajar a Inglaterra.
En tierras inglesas se vinculó al proyecto electroindustrial Sonnenstrahl, con el que incluso lanzó dos discos al mercado. Después su patria la llamó y fue en la capital donde se unió a Tito.
"Yo ya estaba metido de lleno en la creación de música electrónica y quería una voz que me acompañara. Sol me impresionó con su canto y con un espectáculo de fuego que realiza. Le ofrecí hacer algo juntos y aceptó encantada", dijo Tito.
Así, con el en la programación y sintetizadores y ella en el micrófono, nació Coxis. El dúo se metió el año pasado al estudio y grabó su primer disco homónimo, con mezclas de Guido Nisenson.
Buscando América
Coxis sonó con fuerza en Buenos Aires, con varias presentaciones que les ganaron los aplausos del público. Ahora, la ruta es por todo América, donde ya están montando el calendario de presentaciones.
"Ahora voy a Miami para coordinar las presentaciones allí, y después iremos hacia abajo para los demás países. Es posible que en Costa Rica estemos a finales de febrero", aseguró el músico, que aquí cuenta con el apoyo del empresario Willy Bosso.
Sobre la música, Tito explica que el objetivo es producir armonías hipnóticas. "No es un disco para impacientes pues todos los temas son muy distintos en su estructura y pueden variar de un momento al otro, sin aviso. Me gusta la idea de un sonido envolvente que hipnotice a la gente".
Sobre la posibilidad de volver al rock, aunque no está desechada, tampoco es una prioridad. "Con Man Ray fueron muchos años con la guitarra, y hoy estoy enamorado de las máquinas. Me encanta el concepto de generar música a partir de sintetizadores y computadoras, que para mí son igualmente válidos como instrumentos", aseguró.