
Un informe del FBI, revelado en el 2003, asegura que el piloto terrorista Ziad Jarrah que secuestró el vuelo 93 recibió instrucciones de estrellar el avión momentos antes de que este se cayera en un campo de Pensilvania por una feroz revuelta de los pasajeros. Lo que pasó en los minutos finales a bordo del vuelo 93 de United nunca se sabrá con exactitud, pero según las grabaciones, un grupo de pasajeros corrió por el pasillo del avión en un intento por doblegar a sus plagiadores tras enterarse, gracias a llamadas de sus familiares, de los ataques de los ataques en el World Trade Center en Nueva York.
En las grabaciones se escucha a los pasajeros gritar: “¡A la cabina! A la cabina!”, solo segundos antes de que se perciba una especie de estallido (se supone que fue cuando abrieron la puerta con un carrito de comida) y un “¡No!” que habrían espetado los terroristas. Luego, estrellaron el avión.