Paraíso. La comunidad de Ujarrás en este cantón de Cartago requiere una inversión de ¢1.000 millones para evitar que el río Reventazón siga socavando caminos y fincas.
El costo se deriva de un informe técnico presentado por el director del Departamento de Geología del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), Rolando Valdés.
Según el experto, es necesario construir muros de gaviones (bloques de piedra reforzados con mallas), de 30 metros de alto, a lo largo de, por lo menos, 400 metros.
Valdés expuso su estudio en junio ante el Concejo Municipal de Paraíso, luego de los derrumbes registrados en la margen izquierda del río, a su paso por Ujarrás.
El problema es que el municipio afirma no tener los recursos disponibles para las obras.
“Esa suma es inalcanzable para nosotros, es un año de presupuesto, y tendríamos que descuidar obra comunal, sin duda alguna”, expresó el alcalde, Jorge Rodríguez.
Por esta razón, dijo el funcionario, le trasladó el informe elaborado por el ICE a la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), cuya respuesta está pendiente.
Reinaldo Carballo, periodista de la Comisión, confirmó que la entidad tiene el informe y está en proceso de verificación de datos.
Nuevo estudio. “De acuerdo con las potestades que la ley le asigna a la CNE de asesorar a las municipalidades, la institución realizará un estudio que puntualice y complemente el realizado por el ICE”, explicó Carballo.
“Para ello se solicitará la colaboración de la Escuela Centroamericana de Geología, de la Universidad de Costa Rica, para que nos acompañe en ese análisis”, añadió.
Según la CNE, una vez que cuenten con el nuevo estudio, determinarán la responsabilidad de los diferentes actores, entre ellos la Municipalidad de Paraíso.
El estudio del ICE se hizo luego de que vecinos de la zona acudieran a la Sala Constitucional para reclamar al ayuntamiento y a la CNE una respuesta.
Roberto Solano, representante de los vecinos de Ujarrás, alegó que construcciones de particulares “han acelerado los deslaves por haberse cambiado los caudales a base de diques”.
Entretanto, Edwin Allón, residente de Tucurrique (cantón de Jiménez), señala que varias obras del ICE son las responsables.
No obstante, según el estudio del mismo Instituto, las obras y operación de plantas del ICE en la zona no inciden en el problema.