Moscú. Las fuerzas rusas libraron este martes sus primeros combates con las tropas chechenas al interior de Grozny, la capital chechena sitiada, según responsables militares rusos citados por la agencia Interfax.
Aunque aún no se señaló ninguna batalla de gran amplitud, hubo varios choques en varios lugares, indicaron oficiales del estado mayor de las fuerzas rusas en Chechenia.
Sin embargo, la orden de tomar Grozny aún no ha sido dada, dijeron las mismas fuentes.
Los oficiales rusos habían admitido hasta el momento que unidades de reconocimiento realizaban incursiones en Grozny, pero es la primera vez que indican que sus soldados han tomado posiciones al interior mismo de la ciudad.
Un oficial ruso cerca de Aljan-Iurt (15 km al sudeoeste de Grozny) confirmó a un corresponsal de la AFP que algunas unidades ya estaban establecidas en la capital independentista, sin precisar su número.
Los militares estiman que algunos miles de combatientes chechenos se hallan aún en Grozny, donde 40.000 civiles sobreviven en duras condiciones.
El corresponsal de la AFP cerca de Aljan-Iurt vio en la fecha a la artillería rusa disparando en dirección a Grozny, pero no le fue posible determinar si los blancos eran la capital o sus barrios periféricos.
Los refugiados que llegan de Grozny a Aljan-Iurt afirmaron a la AFP que la ciudad está siendo bombardeada con regularidad, pero fueron desmentidos por los responsables rusos.
Mientras tanto, los rusos entraron en la fecha a Shali, la última ciudad importante de Chechenia que todavía escapa a su control, junto con Grozny, y continuaron ignorando el llamado al diálogo de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
El ejército penetró en Shali sin hallar resistencia. Los militares habían dado hasta el lunes a la población para expulsar a los combatientes antes de proceder a "la limpieza" de la ciudad, situada a 20 km al sudeste de Grozny.
Los "ancianos" de Shali, que negociaron la partida de los insurgentes, aseguraron que el ejército no encontraría oposición al entrar a la ciudad.
A su vez, responsables militares chechenos en Aguichti (a unos 50 km al sudeste de Grozny) indicaron a un corresponsal de la AFP que la aviación rusa bombardeó el martes los distritos de Vedeno y Shatoi (sur).
Por su parte, el presidente en ejercicio de la OSCE, Knut Vollebaek, insistió en la necesidad de poner fin a los enfrentamientos en Chechenia, al comenzar su visita al norte del Cáucaso.
"Es importante que se acepte un cese del fuego. Yo continuaré llamando a un cese del fuego", declaró al llegar a Majachkala, capital de Daguestán, en la primera etapa de una gira que lo llevará a Osetia del Norte, Ingushia y Chechenia, pero únicamente a las zonas dominadas por los rusos.
El presidente checheno, Aslan Masjadov, en un mensaje que envió a la AFP, consideró que una tal visita no permitirá a Vollebaek hacerse una idea justa de la situación "y empañará la imagen de la OSCE", recordando que él había invitado a la OSCE a visitar las zonas bajo control checheno.
Moscú, que niega cualquier legitimidad a Masjadov excluyó la posibilidad de un encuentro entre éste y Vollebaek.
"Rusia no permitirá que se le hable con el lenguaje de la fuerza. Un tal lenguaje es insólito para nosotros pues nosotros tenemos un escudo nuclear", advirtió el primer ministro ruso, Vladimir Putin.
El ministro ruso de Situaciones de Emergencia, Serguei Shoigu anunció sin embargo este martes su intención de establecer contactos a partir del miércoles con Masjadov, para hablar del problema de los civiles chechenos.
"Voy a tratar de ponerme en contacto con Masjadov mañana", declaró a la prensa Shoigu, que viajó al Cáucaso del Norte por la tarde. "Discutiré con el sólo lo que incumbe a mi competencia", agregó el ministro, responsable de la suerte de los refugiados y las poblaciones civiles.
Shoigu afirmó que más de 2.200 personas habían abandonado Grozny por los corredores abiertos el 6 de diciembre para la evacuación de civiles.
Los refugiados chechenos que lograron salir sanos y salvos de Grozny indicaron por su lado que la mayor parte de civiles que quedan en la ciudad son rusos demasiado enfermos, o hambrientos, para partir.
Finalmente, responsables militares rusos informaron en Moscú que el piloto del avión SU-25 ruso derribado el lunes por los chechenos en zona rebelde fue recuperado sano y salvo. Los chechenos habían indicado el lunes que habían logrado capturar al piloto.
La operación de rescate, iniciada el lunes, fue muy difícil. Dos de los 15 helicópteros que participaron fueron alcanzados por los disparos chechenos cuando acababan de aterrizar en el sur de Chechenia.
Según fuentes militares citadas por esta agencia rusa, uno de los aparatos que logró despegar se estrelló poco después con 6 hombres a bordo, pero la información fue desmentida por las autoridades militares rusas.
Edición periodística: Adriana Quirós Robinson, La Nación Digital. Fuente: agencias.