El jueves último, en una jornada de buenas "rolas", las noches de Coyote se viraron hacia el rock para apremiar el esfuerzo y la calidad de la mejor banda nacional de esa música.
Guitarras en mano y baterías potentes, y con voces afinadas, muchos grupos se acercaron a la cita, pero solo uno logró ponerle un eslabón al cetro de ganador, porque las noches de rock de Coyote encontraron al mejor grupo en el cuarteto Slavon.
Exponentes de lo que ellos llaman "un heavy metal de verdad, sin chillidos ni tarradas", los integrantes de Slavon están felices con el triunfo, pero todavía no salen de su asombro.
Su participación en el rock Coyote casi fue pura casualidad. Según Pablo Bogarín, voz principal del grupo, aunque se inscribieron ilusionados, nunca esperaron que los llamaran para participar y menos que resultarían ganadores.
"Participamos en la última fecha porque, por una rifa afortunadísima nos llamaron, cuando incluso los grupos que participarían ya estaban escogidos", comentó el vocalista, intérprete del tema El dedo de Dios, por el que resultaron ganadores.
Como ganadores de Rock Coyote, los muchachos de Slavon recibieron tres premios, entre ellos, la oportunidad de grabar su tema triunfador en los estudios de Marsol, y además participar como invitados en el Festival Internacional de las Artes 1998.
Hobby en serio
Slavon está formado por cuatro integrantes: Pablo Bogarín, cantante; Francisco Guadrón, guitarrista; Alberto Durán, bajista; Esteban Calvo, baterista, y Víctor Soto, también bajista. Todos tienen experiencia en la música y son amantes del auténtico heavy metal.
Aunque la música es ahora parte importante de sus vidas, para ellos, más que una profesión, es un hobby muy serio.
Todos combinan su explosión musical con el estudio y el trabajo. Pablo es alumno de derecho. Víctor estudia música Esteban, administración; Alberto, computación, y Francisco es ebanista.
El grupo prepara la grabación de nuevos temas, hace contactos para iniciar una gira por Nicaragua y otros países centroamericanos, y planea mantenerse para rato encadenado al buen rock, pues, como ellos afirman, "hasta ahora todo ha estado bien, y seguiremos trabajando por alcanzar una buena historia que contar a nuestros nietos".