Lagos, 27 ago (EFE).- Un tribunal islámico de apelación del norte de Nigeria anunció hoy, miércoles, que emitirá en septiembre próximo su veredicto en la apelación presentada por Amina Lawal contra la sentencia de muerte por lapidación que pesa sobre ella por quedarse embarazada después de divorciarse.
El tribunal del Estado de Katsina retrasó las audiencias hasta el próximo 25 de septiembre después de que los fiscales y los abogados defensores de Amina expusieron durante horas sus argumentos en el controvertido caso.
Amina Lawal, de 31 años, recibió en marzo de 2002 la pena capital tras ser hallada culpable de "adulterio" según la "sharia" o ley islámica que rige en 12 de los 18 Estados del norte nigeriano, pero en junio de ese año la corte la dejó en libertad para que pudiera cuidar a su pequeña hija Wasila.
La mujer fue sentenciada a muerte tras admitir que había quedado embarazada después de divorciarse de su segundo marido, lo que la convierte en una adúltera según el ordenamiento jurídico-religioso, basado en el Corán, que se aplica en la región.
Si hubiera sido soltera, el "delito" habría sido de "fornicación", punible por las leyes islámicas con cien latigazos.
Durante el juicio, Amina, quien se casó por primera vez a los 14 años, dijo que tras divorciarse a finales de 2000 mantuvo una relación sentimental con un vecino de su aldea pero que sólo tuvo relaciones sexuales con él después de que éste prometiera desposarla.
La joven fue detenida por sus propios vecinos y llevada ante el tribunal, que la condenó de inmediato a morir lapidada pero exoneró a su amante por "falta de pruebas".
La condena a muerte fue ratificada en agosto del año pasado después de que fracasara la primera apelación presentada por los abogados de la joven.
En esa ocasión, Amina dijo que Wasila es en realidad hija de su anterior marido, Magajin Aska, de quien se divorció cuando ya estaba embarazada de dos meses.
Según la mujer, el embarazo se mantuvo en estado "latente" y sólo comenzó a desarrollarse ocho meses "después del divorcio".
Los letrados de Amina adujeron en la audiencia de hoy que su cliente ya estaba embarazada cuando entró en vigor la "sharía" en Katsina, por lo que la condena debe ser revisada.
Expusieron asimismo que los cargos contra la mujer no fueron "propiamente explicados en un lenguaje que ésta pudiera entender".
La Fiscalía rechazó tajantemente los argumentos de la defensa y pidió que el tribunal, compuesto por cinco jueces islámicos, ordene la ejecución de la condenada.
El caso cuenta con la simpatía del Gobierno federal nigeriano, bajo presión de la comunidad internacional para derogar esa y otras sentencias de muerte impuestas por los tribunales religiosos del norte del país.
Amina Lawal es la segunda nigeriana sentenciada a muerte por lapidación por el cargo de adulterio desde que la "sharia" fue impuesta hace más de cuatro años en el norte de Nigeria.
Safiya Husaini, cuyo caso ha sido tomado como antecedente por los abogados de Amina, recurrió la sentencia y quedó en libertad, precisamente el mismo día en que esta última era condenada a morir lapidada.
La pena capital que prescribe la ley islámica para los adúlteros se cumple enterrando hasta el cuello (o las axilas en el caso de las mujeres) al sentenciado, que luego es apedreado hasta morir.
La introducción en 1999 de la "sharia" en el norte de Nigeria, donde los musulmanes son mayoría, desató una serie de sangrientos enfrentamientos entre éstos y los cristianos de la región, que causaron la muerte de miles de personas, y obligaron al Gobierno a declarar el estado de emergencia y enviar tropas al área. EFE
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