Se trata de androides que miden 1,5 metros y han sido creados por Asian Forum for Corrections, un grupo de investigadores de Corea del Sur especializado en políticas de criminalidad y prisiones. Los robots se mueven sobre cuatro ruedas y están equipadas con cámaras y otros sensores que les permiten detectar conductas anormales de los reclusos como peleas o intentos de suicidio.
Lee Baik-Chu, el director de diseño del proyecto, aseguró que los robots mandarán señales a los guardias humanos si detectan algún problema. “Estamos a punto de terminar el sistema operativo, ahora estamos trabajando en algunos detalles para que no les sean tan extraños a los presos”, explicó en declaraciones recogidas por BBC Mundo.
Corea del Sur pretende ser líder en robótica y las empresas pretenden convertirse en los principales exportadores de esa industria a nivel mundial compitiendo con países como Japón. En octubre, el gobierno del país asiático afirmó el mercado de robots registró un 75% de crecimiento en los últimos dos años y ese sector en la actualidad tiene un valor de $1.500 millones.