"Me parece una tomadura de pelo". Aún ayer así opinaba el escritor colombiano Fernando Vallejo sobre el anuncio que lo señaló el viernes como Premio Rómulo Gallegos 2003, por su novela El desbarrancadero .
Desde su casa en México, el autor de La virgen de los sicarios y La rambla paralela conversó con Viva de este galardón, lo que piensa hacer con los $100.000 (más de ¢39 millones) del premio y sobre su nuevo proyecto.
"Podría ser una tomadura de pelo de los periodistas. Aún no me han llamado los del premio", dijo Vallejo (Medellín, 1942), medio en broma y medio en serio, pero evidentemente emocionado por la noticia.
Con su característica sinceridad que algunos califican como ganas de encender polémica, Vallejo respondió así a las siguientes preguntas:
¿Qué significa este premio para usted?
Una alegría... Rómulo Gallegos era un gran escritor. Escribía una prosa muy bella, llena de lirismo e imágenes y de gran oficio literario.
"Somos escritores de tiempos muy distintos, a él le tocó un mundo menos horrendo que a mí".
¿Qué le interesa del galardón?
De este premio me gustó mucho el dictamen del jurado porque fue muy generoso y elogioso; eso es para mí un premio.
Aunque usted está acostumbrado a recibir elogios y afrentas por igual...
Sí (ríe). Las afrentas me producen un placer casi sexual.
Es decir, ¿le gustan?
No, ya me retiré del sexo.
El premio galardonóEl desbarrancadero. ¿Qué certezas tiene ahora sobre esa novela?
Ese libro ya se me olvidó. Yo siempre escribo sobre lo que he vivido y
escribo para olvidar, como si la literatura fuera para mí un borrador de
recuerdos.
¿Qué papel juega esa novela dentro de su obra literaria?
Eso de obra literaria suena muy pretencioso: son unos pobres libros que por ahí siguen circulando pero que ya olvidé.
El 2 de agosto recibirá en Venezuela $100.000 con el premio. ¿Es cierto que pretende donarlos para ayudar a los animales?
Sí, voy a buscar una asociación protectora de animales en Venezuela. También podría donárselos a los niños, pero a los niños que los protejan sus mamás que los tuvieron.
¿Por qué donar ese dinero? ¿Acaso no le hace falta?
Sí me hace falta, hasta a Bill Gates le haría falta: la necesidad de acumular no se termina. Lo donaré porque quiero a los animales, son el amor de mi vida.
¿Usted tiene muchos animales?
No tengo muchos, pero las protectoras si tienen muchos que recoge, y no tienen con qué mantenerlos. A mí el dinero no me preocupa, no me interesa.
¿Qué animales tiene en su casa?
Dos perros-ángeles.
Otro tema. El año pasado dijo en Costa Rica que prometía no volver a escribir literatura porque ya no tenía nada qué decir en ella. ¿Mantiene esa decisión?
Sí, no voy a escribir más libros de literatura. Eso lo voy a cumplir, yo cumplo las promesas que le hago a los demás y a mí mismo.
¿Y si volviera a tener algo qué decir rompería esa promesa?
Nunca hay que decir "de esta agua no beberé", pero en fin, he acabado por perder el interés que le tuve a la literatura de niño y de muchacho. He
escrito trece libros, un número fatídico, y ya no quiero escribir ninguno
más.
Eso sí, seguirá con otros libros. Ya publicó uno de biología, ¿qué sigue ahora?
Voy a escribir un libro de ensayos de física y después de eso ya no molesto más.
"El libro tratará sobre la luz y la gravedad".
Esos son sus planes actuales...
Estoy tratando de escribir eso, en esas ando. Me despierto preocupadísimo a las 3 de la mañana de que si suelto el vaso de vodka que tengo en la mano, se cae y entonces qué voy a tomar.
¿A qué se va a dedicar después? No tengo planes tan lejanos.
¿De qué va a vivir a este ritmo donando $100.000 y dejando de escribir?
De la caridad pública (ríe). No tengo problema para sobrevivir.
Además, no hay que preocuparse por cosas tan mundanas.