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Tía Zelmira

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Queridos amigos, debo confesarles un pecadillo: cuando preguntaban mi edad, siempre decía menos o más, según las circunstancias o el averiguador; sin embargo, gracias a un libro obsequio de mi amiga Marcela, con citas de Oscar Wilde, ahora digo sin engaño mi verdadera edad; según Wilde "Uno nunca debe creer en una mujer que le diga su edad. Una mujer que sea capaz de decirle eso a uno puede decir cualquier cosa".








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