En forma contundente y reiterada, el exvicepresidente ecuatoriano Alberto Dahik denunció ayer que el Poder Judicial de su país, que ordenó su captura, está politizado, por lo cual pidió asilo en Costa Rica.
"Temo por mi vida y por la de mi familia", señaló Dahik, un político conservador de 42 años, que llegó al aeropuerto Juan Santamaría en un vuelo privado a la 1 de la manaña del jueves para solicitar asilo al gobierno de José María Figueres.
En una conferencia de prensa en el hotel Amstel Amón celebrada ayer a partir de las 5:30 p.m., Dahik aseguró que pidió asilo político al Gobierno costarricense ya que "hay una maniobra judicial con clara intencionalidad política" en su contra por parte de la Corte Suprema de Justicia de Quito.
"Quiero que el mundo entero sepa que en mi país la función judicial está politizada. Que la Corte se renueva por el entendimiento político en el Parlamento", puntualizó Dahik. Este se presentó muy sereno a la rueda informativa, vistiendo un traje entero azul, después de varias gestiones efectuadas durante el día en la Cancillería, visitas a amigos, cuyos nombres no dio a conocer.
Dahik fue absuelto el lunes por el Congreso ecuatoriano en un juicio en el que salió librado al no poderse reunir los 52 votos necesarios para su destitución por cargos de peculado.
"Fui absuelto en un juicio político por el juez natural del presidente y el vicepresidente (el Poder Legislativo), en un Parlamento en el que el Gobierno tiene ocho de los 79 votos, por lo que el proceso judicial lamentablemente está claramente politizado", enfatizó Dahik, quien estaba custiodado por miembros de seguridad privada, a cargo del coronel Guillermo Sáenz.
Período de pruebas
En el fondo del conflicto --señaló Dahik-- está la contrariedad de la Corte Suprema, a raíz de un decreto emitido por el gobernante ecuatoriano, Sixto Durán Ballén, que calificó de reservadas las transacciones de cuentas discrecionales del Presidente y el Vicepresidente.
Durán Ballén impidió hace dos días a la Corte examinar microfilmes de las cuentas de Dahik, que están custodiados en las bóvedas del Banco Central de Ecuador. El máximo tribunal ecuatoriano considera fundamentales esos documentos para probar la responsabilidad de Dahik en la malversación de los fondos secretos.
Un día después del decreto ejecutivo, la Corte dictó, la noche del miércoles, orden de detención contra el exvicepresidente, tras considerar que hay pruebas que lo inculpan en un caso de uso indebido de fondos discrecionales del Estado en la compra de una radioemisora con fines políticos.
Dahik justificó el breve tiempo que daría a sus declaraciones. "Estoy en un país hermano al que he pedido asilo y debo tener prudencia en mis declaraciones." También solicitó asilo para su esposa y cinco hijos.
Al ser consultado por La Nación en torno a las razones por las que huyó de Ecuador sin afrontar la justicia, Dahik respondió: "Se darán pruebas de que es un juicio (el de la Corte) viciado de toda nulidad; demostraré cómo funciona el Poder Judicial que está sometido a presiones políticas."
La resolución de la solicitud no tiene un tiempo específico y la valoración del caso le corresponde, en forma discrecional, al Poder Ejecutivo. Para ello, Dahik, quien renunció a su cargo la tarde del miércoles, deberá aportar pruebas acerca de la persecución de que es víctima.
Durante 30 días, Dahik puede permanecer como turista en Costa Rica, período que es prorrogable, en tanto se resuelve la petición de asilo.
Los legajos sobre el caso Dahik los estudia el exvicepresidente Germán Serrano Pinto, quien le brinda asesoría jurídica y quien declaró anoche a La Nación que "él (Dahik) se siente perseguido político de uno de los tres poderes de su país".