Su nombre ya no necesita presentación. Para muchos es como "el pañito de dominguear" de los ticos en lo que se refiere a música.
Pasó de interpretar una guitarra que le compró su tío Carlos Oreamuno en el Mercado Central de San José, hasta las más finas que interpretan solo manos maestras. De niño, después de que descubrió su pasión por el instrumento, llegaba a casa luego de ir a la escuela con la ilusión de agarrar su guitarra y sacarle los mismos sonidos que sus conocidos ídolos presentaban en las grabaciones. A veces eran hasta 10 horas diarias metido en una fascinación con el sonido que lo hacía adicto al estudio.
Su talento, combinado con su humildad y ese ímpetu por aprender, lo han convertido en un reconocido músico internacional y junto a su amigo y socio, el iraní Adeshir Farah, ha logrado conmover a miles con los sonidos de sus guitarras en el dúo Strunz and Farah.
Una llamada a su residencia en Los Angeles, Estados Unidos, y Jorge contesta el teléfono, en inglés. Le decimos que es de Costa Rica y su tono cambia: "Ahh sí, me dijeron que me iban a llamar, gracias por el interés". Al fondo solo se escucha silencio, signo de que tal vez se encuentra acompañado de su amiga, esa de cuerpo curvo, fina madera y seis cuerdas.
Strunz and Farah se presentará el próximo fin de semana en el Teatro Melico Salazar (recuadro).
-El que su nombre llegara a sonar en el medio musical estadounidense debió haber tomado mucho tiempo...
-Sí, ha sido una carrera bastante larga, siempre he estado involucrado en diferentes grupos musicales y siempre tuve la suerte de hacer grabaciones y vivir de la música; con ese tipo de enfoque desarrollo mi arte.
-Con Caldera (grupo nortemaricano de jazz fusión que tuvo su clímax entre 1975 y 1980) usted tocaba jazz latino. ¿Por qué lo abandonó?
-Salir de Caldera fue como regresar de la juventud a la niñez. Como todos los niños que aprenden guitarra, yo le tomé especial cariño al sonido cálido, personal y romántico de la guitarra acústica, que tiene un sonido más eterno que la guitarra eléctrica.
Por dicha y suerte conocí a Adeshir (Farah), quien tenía un alcance parecido al mío y se inspiraba de las mismas fuentes: música flamenca, música clásica de guitarra y la folclórica de Latinoamerica, y empezamos con el dúo.
-¿Conoce a algún guitarrista costarricense que pudiera llegar a ser un embajador musical en el exterior?
-Estoy un poco apartado de eso, me interesa mucho y me gustaría estar más al tanto; sí me han contado que la guitarra está en buenas condiciones en Costa Rica. Conozco el dúo Zumbado-Ortiz que me ha gustado mucho, lo encontré con potencial. También el dúo Manú que engrandece la multidimensionalidad de la guitarra latina.
-¿Cree que un tico talentoso puede llegar a darse a conocer, como usted lo ha hecho, viviendo en Costa Rica?
-Es más difícil haciéndolo en Costa Rica porque los medios y las compañías de grabación están ubicadas en otras partes; desde luego, sí hay posibilidades.
-Algunos dicen que usted es como el Franklin Chang o la Claudia Poll de Costa Rica, en lo que se refiere a música. ¿Qué opina?
-Me siento honrado de que me pongan en esa categoría. Yo hago lo posible por hacer y ojalá que cualquier logro que tengamos en el grupo se refleje en nuestros países natales.
-¿Cuál es el proyecto de Strunz? ¿Cuánta vida más le queda a su trabajo con Farah?
-Estamos trabajando en la preproducción de un nuevo disco, estamos escogiendo unos 10 u 11 temas y ya hemos empezado a grabar, planeamos que salga a fines de marzo entrante.
En cuanto al dúo, aún hay mucho trabajo y hasta que no pare me enfocaré en eso, es lo que me interesa más.
-Es la primera vez que vienen al país con Charlie Bisharat (violinista acústico y eléctrico). ¿Por qué su incorporación al sonido de Strunz and Farah?
-"Es un violinista muy bueno que ha tocado con músicos como Yanni y Kitaro. Con nosotros ha aparecido en varias ocasiones como invitado especial y lo llevamos a Costa Rica con la idea de presentar siempre algo diferente. El violín se relaciona bien con la guitarra, es una unión muy musical."
A lo largo de la conversación, Strunz admite que ha tenido varios momentos gratificantes en su vida, como haber sido nominado a un premio Grammy o haber sido invitado por una Institución Hispánica del Congreso, donde Strunz and Farah tocó para el presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, y para el vicepresidente, Albert Gore.
Pero además, dice que para los miembros de Strunz and Farah, especialmante para él, es muy gratificante tocar en Costa Rica. Jorge, cuya familia vive en el país, dice que espera hacerles un campito en el teatro para que lo vayan a ver.
Si bien tal vez él no sea familiar suyo, igual orgullo da ir a ver un costarricense que con su talento ha logrado poner el nombre de Costa Rica muy en alto.
Magia en 12 cuerdas
- Dúo Strunz and Farah
- Lugar: Teatro Popular Melico Salazar
- Fechas: 31 octubre y 1º de noviembre.
- Precios: Luneta frontal: ¢10.000; luneta y segundo piso: ¢8.000; Tercer piso: ¢6.000; Galería: ¢4.000.
- Entradas a la venta en tienda Auco Disco, 50 oeste del Instituto Nacional de Seguros, en Pavas.