Johannesburgo, 29 abr (EFE).- El Gobierno de Sudáfrica no puede evitar que los 70 presuntos mercenarios detenidos en Zimbabue con pasaportes sudafricanos sean extraditados a Guinea Ecuatorial, donde previsiblemente se enfrentarían a la pena capital, según dijo hoy un portavoz oficial.
Tras las versiones periodísticas no confirmadas de que el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, ya ha acordado la extradición de los detenidos con el líder guineoecuatoriano, Teodoro Obiang, el portavoz oficial sudafricano, Ronnie Mamoepa, declaró que "no hay base legal para que Sudáfrica exija que sus ciudadanos no sean extraditados a otro país".
"Sudáfrica continuará ofreciendo asistencia consular a los sudafricanos detenidos en Zimbabue y en Guinea Ecuatorial", agregó.
Casi todos los detenidos, acusados de preparar un golpe de Estado contra Obiang, junto a otros catorce presuntos mercenarios presos en Malabo, llevan pasaporte sudafricano, aunque muchos son originarios de otros países del sur de Africa y uno es un británico afincado en Sudáfrica.
Obiang y Mugabe se reunieron la pasada noche en Bulawayo, segunda ciudad de Zimbabue, después de que ambos asistieran el martes la investidura en Pretoria del presidente sudafricano, Teodoro Mbeki.
Los medios oficiales zimbabuenses indicaron que Mugabe y Obiang conversaron sobre la suerte de los 70 detenidos, en una reunión celebrada pocos días después de que el gobierno zimbabuense incluyera a Guinea Ecuatorial en la lista de países con que tiene acuerdos de extradición.
Los 64 pasajeros y tres tripulantes que iban a bordo de un Boeing 727-100 de carga que aterrizó en Harare procedente de Sudáfrica, el pasado 7 de marzo, y otros tres hombres que les esperaban en el aeropuerto, fueron inmediatamente detenidos y están encarcelados desde entonces en una prisión de máxima seguridad cercana a la capital.
Los arrestados están siendo procesado en Zimbabue por violar las leyes de inmigración, además de otras relativas a armas de fuego y normas de seguridad del Estado, cargos que conllevan en este país una condena de cadena perpetua.
Los familiares de los detenidos esperan su devolución a Sudáfrica, donde podrían ser juzgados por violar una ley contra las actividades mercenarias, cargo que suele suponer sólo una multa importante.
Los abogados defensores insisten en solicitar la libertad de sus clientes, ya que aducen, con documentación presentada en los tribunales, que se dirigían al noreste de la República Democrática de Congo para prestar sus servicios como personal de seguridad en varias explotaciones mineras.
También sostienen que sus defendidos "no han infringido ninguna ley zimbabuense", por encontrarse en la zona de tránsito del aeropuerto, y que en los registros llevados a cabo por la policía en el interior del avión no fueron encontradas armas de fuego, solamente equipo de vigilancia.
Sin embargo, la Fiscalía zimbabuense asegura que los 70 inculpados habían sido contratados por el líder de la oposición guineoecuatoriano, Severo Moto, quien reside en España, para derrocar al régimen de Obiang, por lo que recibirían 1,8 millones de dólares y derechos en las explotaciones de crudo de Guinea Ecuatorial.
Algunos de los detenidos denunciaron el martes ante un magistrado que habían sido torturados para sacarles confesiones falsas sobre su participación en un complot para derrocar a Obiang.
Al mismo tiempo, en Malabo, la capital de Guinea Ecuatorial, fueron detenidos otros quince presuntos mercenarios, de los cuales uno, según fuentes oficiales de ese país, murió de causas naturales, aunque organizaciones de defensa de los derechos humanos denuncian que falleció por causa de las torturas. EFE
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