Moscú . El submarino nuclear ruso "Kursk", hundido en el Artico el pasado día 12 durante unas maniobras navales, debía ensayar unos novísimos torpedos de elevada potencia, revelaron hoy fuentes militares.
Alexandr Rutskoi, gobernador de la región rusa de Kursk -que dio su nombre al submarino hundido- dijo que esa noticia le fue comunicada por un oficial de alto rango de la Armada, cuyo nombre no quiso dar para evitarle problemas.
Según la fuente, a bordo del "Kursk", en cuya dotación había oficialmente 118 personas, se encontraban además dos expertos civiles de la constructora de los torpedos que debían supervisar los lanzamientos de prueba.
La revelación parece confirmar la versión occidental sobre la explosión de un torpedo en el "Kursk" durante el lanzamiento, que hizo detonar el resto de las municiones y hundió el navío en un par de minutos.
Sin embargo, las autoridades rusas todavía insisten en una colisión del "Kursk" con un enorme objeto flotante, posiblemente un submarino-espía occidental o un buque de superficie, como principal causa del accidente.
La lista oficial de la dotación no incluye a expertos civiles, pues el único que figura es un submarinista soviético muerto heroicamente durante la II Guerra Mundial y que formaba parte de la tripulación del "Kursk" a título honorífico póstumo.
El diario "Komsomólskaya Pravda" afirmó hoy tener datos de que a bordo del "Kursk" no viajaban 118 sino 130 personas.
En los primeros días tras el accidente del submarino, cuando se dieron distintas cifras de tripulantes, trascendió que a bordo viajaban al menos diez altos mandos encargados de supervisar o dirigir las maniobras en las que participaba el "Kursk".
Sin embargo, en la lista oficial aparecen 118 nombres y ninguno pertenece a un oficial con rango superior al del comandante del submarino.
Edición periodística: Adriana Quirós Robinson, La Nación Digital. Fuente: agencias.