Johann Strauss, el vienés considerado el rey del vals, fue un genio musical, un intérprete extraordinario y un neurótico notorio.
Fabulosamente acaudalado y casado tres veces, pensaba que su hermano menor Josef (Peppi) tenía más talento que él, mientras que fue la astucia comercial de su madre la que realmente lanzó a la dinastía Strauss.
"Él fue un ídolo popular, fue un misántropo malhumorado, fue un músico genial', dice Eduard Strauss, bisnieto del otro hermano de Johann, que también se llamaba Eduard. "Era todo eso en una sola persona".
Cien años después de su muerte, el 3 de junio de 1899, Viena, la ciudad natal de Strauss, homenajeó al maestro cuyo Danubio Azul ha llegado a ser un himno extraoficial de Austria, con una serie de exposiciones, conciertos y operetas.
Recientes biografías hacen comparaciones entre la asombrosa carrera de Johann y la de las estrellas de la música popular del siglo XX, llegando una a compararlo incluso con Michael Jackson.
"Es una historia familiar extremadamente emocionante", dijo Eduard Strauss, un juez de 44 años. "Strauss y sexo y rock and roll, lo tenemos todo".
La maquinaria Strauss
Dos generaciones de la familia Strauss dominaron los salones de baile vieneses en el siglo XIX. El padre de la familia, también de nombre Johann, es recordado hoy principalmente como el compositor de La marcha Radetzky.
Pero su hijo Johann, nacido en 1825, es el que ha pasado a la inmortalidad -violín en mano y rodeado por musas con los senos al descubierto- en una estatua dorada levantada en el corazón del parque principal del centro de la ciudad.
Entre 1845 y 1895, el joven Johann Strauss y sus hermanos Josef y Eduard compusieron más de 500 valses, polcas y operetas de éxito.
Los tres fueron pioneros de la industria musical. Johann, que compuso, condujo orquesta y tocaba el violín, fue uno de los creadores de "clásicos" más productivos de la historia.
"La distinción entre música seria y ligera no existía el siglo pasado", señala Eduard Strauss.
"Los acordes de los valses hacían dejar sus sillas a la gente, sintiendo ganas de bailar", agregó.
Hace 100 años, millares de personas llenaban las salas de concierto para sentir el ritmo, desde Rusia hasta Estados Unidos.
En 1872, Johann -presentado en los carteles como Strauss el Eléctrico- dirigió la orquesta en el debut en Estados Unidos de El Danubio Azul para 100.000 admiradores que se congregaron en Boston.
Tenía un intenso programa de trabajo, llegando una vez a desplomarse en Viena por el cansancio.
Al igual que muchas leyendas del rock del siglo XX, el estrellato llegó a un precio: el mago del vals cayó paulatinamente víctima de la depresión y la ansiedad.
Se dice que bajaba las escaleras hacia atrás, mientras que en los viajes en tren se acostaba sobre el piso cada vez que el convoy pasaba por un túnel. "Se encontraba en un punto entre excéntrico y totalmente loco', dice Eduard Strauss.
Detrás de cada hombre...
Johann Strauss sabía escribir temas pegajosos, pero fue su madre, Anna, la que tenía el sentido comercial de su arte. "Su madre fundó el imperio musical Strauss", dice Eduard Strauss.
Abandonada por su esposo, Anna Strauss incentivó a su hijo mayor a componer y a usar su habilidad como arma contra su progenitor.
Después de su debut altamente aclamado en un suburbio de Viena a los 18 años, Johann hijo compitió con éxito con su famoso padre en el campo de la música.
"Admiraba a su padre como artista, pero se mantuvo firme al lado de su madre", cuenta el bisnieto.
La primera esposa de Johann, Henriette Treffz, ayudó a convertir la fama del compositor en una gran fortuna.
La cantante de ópera Jetty, siete años mayor que él, se hizo cargo del floreciente negocio artístico después que se casaron en 1862.
Strauss escribió su Danubio azul en su apartamento del segundo distrito de Viena. Las recámaras, recientemente remozadas están abiertas al público actualmente.
Jetty alentó asimismo a Johann para que probara suerte en un nuevo género, la opereta.
"Jetty le dijo: '¿para qué te matas?'", dijo Eduard Strauss. "'Mira lo que está haciendo Offenbach en París (...) saca provecho de las actuaciones en operetas y además puedes vender unos cuantos valses y polcas como ingreso adicional'".
Fue un buen consejo comercial. Johann escribió la opereta más a menudo presentada en el mundo, Die Fledermaus, en 1874.
Gypsy Baron y Wiener Blut siguieron luego, llegando a ser grandes éxitos y recibiendo ganancias por la venta de partituras musicales.
Cuando Jetty murió, Strauss se casó con una cantante de 28 años, Lily Dietrich, pero poco después lo abandonó y huyó con un director de teatro.
Strauss abandonó su fe católica y se hizo protestante para casarse con su tercera esposa, una viuda judía de nombre Adele. Ella enterró al compositor. Ninguno de sus matrimonios dejó hijos.
La música de Johann no era algo superficial dirigido a las masas. Debajo de toda la frivolidad, captó el estado de ánimo melancólico del alma vienesa en sus melodías, apunta Eduard Strauss.
"Johann era un artista popular, pero con una profundidad fabulosa", resumió.