
Casi diez meses después de que detonó el conflicto entre Costa Rica y Nicaragua, por la invasión a isla Calero, el excanciller Bruno Stagno volvió a lanzarse ayer contra el manejo de la Cancillería y achacó al ministro, René Castro, una dosis de ingenuidad.
El canciller del presidente Óscar Arias dedicó ayer, por segunda vez en este mes, su columna en el diario La República para volver a comparar a Castro con Neville Chamberlain, el ingenuo primer ministro inglés que en 1938 confió en la buena fe de Adolfo Hitler.
“El canciller René Castro trata de reescribir la historia para desprenderse de sus propios errores”, expresó Stagno, quien fue durante pocos días su embajador ante Naciones Unidas, hasta que debió renunciar en los primeros días de este gobierno.
Según Stagno, la “política de apaciguamiento” dirigida por Castro frente a “nuestro vecino más incómodo” lo hacen comparable con Chamberlain.
Lo dijo con base en la reunión que tuvo René Castro en Managua “para desautorizar” una advertencia hecha por el vicecanciller Carlos Roverssi en relación con el dragado del río San Juan. Castro dijo entonces haber recibido “garantías verbales” de que el territorio costarricense no sufriría daños.
“Tenemos muy claro quién es el autor intelectual y material del apaciguamiento practicado con Nicaragua. Tenemos muy claro quién es una triste versión tropical de Neville Chamberlain”, manifestó Stagno.
El canciller, René Castro, evitó contestar ayer dichas afirmaciones y solo remitió a la respuesta publicada tras el primer texto de Stagno.
“Estoy comenzando a dudar de sus ‘buenos consejos’ y hasta me pregunto si no hay en sus acciones aviesas intenciones, puesto que sus apreciaciones de los hechos no se ajustan a la realidad, y además porque en su análisis público de tales apreciaciones, sólo a Nicaragua favorece”, dice el último párrafo de Castro.
Stagno ahora radica en Nueva York, donde ejerce como director ejecutivo de la Security Council Report (SCR), una organización que monitorea las acciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
A pesar del intento de buenas relaciones con Nicaragua en este gobierno, algo que no tuvo el de Óscar Arias, el conflicto bilateral estalló en octubre, lo que motivó gestiones en la Organización de Estados Americanos (OEA) y en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en La Haya.
Stagno mantuvo su crítica a las diligencias hechas en la OEA. “que redujo a un burdo eufemismo una clara agresión” y dijo haber propuesto demandar a Nicaragua en La Haya, durante una reunión con la presidenta Laura Chinchilla el 14 de noviembre.
“La administración Chinchilla Miranda aún se encontraba meditando el asunto. Cuatro días después, afortunadamente se presentó el caso contra Nicaragua”, escribió Stagno.
La Corte de La Haya realiza un juicio sobre isla Calero tras dictar medidas precautorias.