Muchas personas se niegan la oportunidad de sonreír porque detrás de sus labios se esconden unos dientes apiñados. Ante el problema, aparecen los frenillos como la ayuda necesaria para ganar una sonrisa a pedir de boca.
Estos dispositivos ayudan a la recuperación del lugar de cada pieza, las alinean y facilitan el engranaje entre los dientes. Los frenillos son fijos y el tiempo promedio de uso es de 24 meses, pero puede variar según la complejidad de cada caso; son los ortodoncistas los encargados de evaluar los problemas.
"Existe la ortodoncia interceptiva, la cual busca evitar complicaciones en los niños. Por lo general, se evalúa a pequeños entre los siete y ocho años, cuando ya han cambiado algunas de sus piezas. Se chequean problemas esqueléticos (huesos) y la posición o tamaño del diente", explicó el ortodoncista Carlos Castro Domínguez, vicepresidente de la Academia Nacional de Ortodoncia.
Cerca del 80 por ciento de las personas que utilizan estos correctores son adolescentes, entre los 12 y 16 años. Las complicaciones más frecuentes son apiñamientos de los dientes porque las piezas no tienen suficiente espacio o porque hay alguna complicación en los huesos.
Sin embargo, los adultos también los utilizan, incluso personas mayores de 70 años, quienes usan frenillos para corregir problemas similares a los de los adolescentes.
Salud y belleza
La salud camina de la mano de la belleza: al tiempo que se corrigen los errores dentales, el paciente adquiere una hermosa sonrisa.
Cuando son necesarios los frenillos, no usarlos puede causar otros problemas, como caries y lesiones en las encías.
A ello se suma la dificultad de que penetre el hilo dental entre las piezas. Asimismo, unos dientes desordenados ocasionan problemas al respirar y al hablar, y hasta de autoestima.
"Muchas veces, los chiquillos que presentan problemas dentales son víctimas de apodos, se avergüenzan de sonreír y se sienten mal. Otro aspecto que no podemos olvidar es que los dientes salidos son más susceptibles de recibir golpes", agregó Castro.
Aparte de los problemas de espacio y origen del hueso, existen otros factores que también inciden en el desacomodo de los dientes.
Como lo explicó el especialista, hábitos como el succionar dedo o chupeta perjudican el desarrollo normal de la pieza. Además, morder los labios tiende a empujar los dientes hacia atrás y el recostar la lengua contra las piezas produce el efecto contrario.
La responsabilidad
El médico no es el único responsable del avance del tratamiento: el paciente también debe poner de su parte. Es recomendable que visite al ortodoncista una vez al mes. En cada cita, el doctor chequeará la evolución y hará los ajustes necesarios a cada pieza.
"Los frenillos están formados por brakets (cada cuadrito que se coloca en el diente); estos se pegan en las piezas con resina, la cual está calibrada para que se pueda quitar, por lo que es factible que se caigan: por ello es bueno tener ciertos cuidados", apuntó Castro (ver recuadro adjunto).
Además, cada seis meses debe visitar al odontólogo para que este le realice una evaluación general y ayude a la limpieza de los dientes.
Ahora existen dispositivos de porcelana o transparentes, los cuales no distinguen a simple vista. Con estos debe evitarse el fumado y no hay que beber excesos de café, porque se podrían mancharse aquellas piezas. Los adultos son quienes llevan más estos frenillos.
Los jóvenes prefieren los de metal, e incluso pueden variar los colores de las liguitas y cambiarlas en cada cita: están el morado, verde, celeste y el gris.
Una vez que se quitan esos dispositivos, es necesario colocar ciertos retenedores porque las piezas tienden a desacomodarse. Es importante que se utilicen ya que forman parte del tratamiento. Así, encontramos los "hollies", conocidos como chapas, que terminan de ajustar la sonrisa.
Los frenillos suelen ser un tratamiento caro. En muchas oportunidades sobrepasan los ¢350.000, entre los aparatos, extracción de piezas, radiografías, etc.; pero, como lo explicó Castro, la mayoría de ortodoncistas ofrece facilidades de pago.
Por lo general, al principio se cobra cerca de la tercera parte del total, y el resto se puede pagar a lo largo de las visitas mensuales.
Dientes que valen
A partir de este lunes y hasta el 25 de junio, se celebra la Semana de Salud Bucodental. Estas son algunas recomendaciones básicas si usted utiliza frenillos:
n Antes de colocar los frenillos es conveniente que un odontólogo elimine las caries, si las hay.
n Mientras utilice frenillos evite comer semillas, como maní, macadamia, etc., porque podrían aflojar algunos de los brakets.
Evite los confites
Si desea comer frutas como mango cele, cas y manzana, pártalas en pequeños cuadritos: no muerda directamente de la fruta
Utilice un cepillo de dientes especial para frenillos y complemente la limpieza con hilo dental. También existen pequeños hisopos que ayudan a eliminar los residuos de comidas entre los dientes.
Fuente: Carlos Castro Domínguez, ortodoncista.