El guardaespaldas sobreviviente del choque en el que murió la princesa Diana de Gales, hace 16 días, finalmente puede comunicarse, informaron ayer los médicos que lo atienden.
El anuncio revivió la especulación sobre los detalles que pueda aportar sobre el trágico accidente adjudicado al estado de ebriedad del chofer y al acosamiento a que los paparazzi sometían a la princesa y a su novio, Dodi Al Fayed.
Hasta ahora Trevor Rees-Jones había estado demasiado débil para ser interrogado sobre el accidente. Ahora su principal medio de comunicación es la escritura, aunque ha podido hablar un poco.
El canal de televisión France 2 indicó que la policía está buscando un auto misterioso contra el que podría haber chocado el Mercedes de Diana antes de estrellarse finalmente contra una columna del puente del Alma el 31 de agosto pasado.
La salud de Rees-Jones "ha mejorado considerablemente... está totalmente consciente y se puede comunicar, aunque se cansa fácilmente", informó en un comunicado la dirección de hospitales públicos del país.
El comunicado oficial agregó que se le retiró la respiración artificial y que la infección en la herida en uno de sus pulmones ha sido controlada.
Los médicos que operaron a Rees-Jones, de 29 años, han indicado que es posible que sufra de amnesia parcial sobre lo que sucedió en el túnel, pues es común que las víctimas de ese tipo de accidentes no recuerden los detalles de un suceso tan traumático.
Entre tanto, unos 40 reporteros gráficos franceses pidieron ayer a las autoridades que permitan a los 10 fotógrafos encausados en el caso de Diana reanudar sus trabajos. Los tribunales podrían acusarlos de homicidio involuntario.
En la batalla legal contra los paparazzi, Bernard Dartevelle, abogado de la familia Al Fayed, presentó una nueva demanda judicial ante una corte criminal de París contra la revista Paris Match por la publicación de fotografías de Diana y Dodi Al Fayed cerca de St. Tropez.