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Taipei. Los equipos de rescate se esfuerzan hoy por recobrar las dos cajas negras del avión que se estrelló el fin de semana en el estrecho de Formosa con 225 personas en su interior, perdidas las esperanzas de hallar supervivientes.
El ministro taiwanés de Defensa, Tang Yao-ming, informó de que han incorporado más efectivos a las tareas de rescate, que ya efectuaban aviones y helicópteros militares y unas 312 embarcaciones.
Tang descartó que hubiese un plazo de 72 horas para recobrar los cuerpos de las 225 personas que transportaba el Boeing 747-200 de la compañía taiwanesa China Airlines, cuando despegó el sábado pasado de Taipei y se desintegró en el aire a los veinte minutos.
Tres días es el tiempo que los expertos calculan, en base a las estadísticas y otros datos, que los supervivientes de un accidente de avión son, a veces, capaces de sobrevivir a la deriva en el mar.
De momento, se han recuperado 83 cadáveres y se ha identificado a dos niños, 46 mujeres y 30 hombres.
Por su parte, el subdirector del Consejo Nacional de Seguridad, Huang Lei, eliminó hoy en una intervención ante el Parlamento que lo ocurrido se debiese a un acto terrorista, una de las hipótesis manejada.
"Hay que descartar que se trate de un atentado terrorista. Hemos revisado el historial de todos los pasajeros y nadie tiene relación alguna con Oriente Medio o lo ha visitado", señaló Huang.
Los cadáveres sacados de las aguas del estrecho de Formosa no presentan quemaduras, que sería lo lógico si lo ocurrido se debiera a una explosión seguida de fuego, como un testigo dijo haber visto.
Sin embargo, el taiwanés Li Fu-shuang, residente de la isla de Pescadores, en cuyas inmediaciones tuvo lugar el siniestro, dijo hoy que presenció algo diferente: "ocupaba unos dos centímetros en el horizonte y, en un momento, ya no estaba. No hubo ni ruido ni humo ni la luz propia del fuego".
El director ejecutivo del Consejo de Seguridad Aeronáutica, Rung Jung Kay, manifestó que aún no hay suficientes datos para saber qué ocurrió, pero "lo único seguro, dada la dispersión en cuatro direcciones de los restos del avión, es que se desintegró en cuatro partes".
Los trozos del aparato encontrados hasta el momento, aunque sólo representan el uno por ciento del fuselaje, son todos pequeños y apoyan la posibilidad de que el vuelo CI611 se pulverizó en el aire.
Los expertos apuntan como causas probables de la partición del avión que fuera alcanzado por un proyectil o por un meteorito, o bien problemas en el fuselaje.
Tanto China como Taiwán se han aprestado a asegurar que no realizaban maniobras militares algunas en la zona, para eliminar la posibilidad de que un misil hubiese derribado al aparato.
Por su parte, China Airlines pensaba retirar de su flota ese Boeing y venderlo a la aerolínea tailandesa Thai Orient, datos que respaldan la conjetura de un posible fallo mecánico.
La recuperación de las dos cajas negras, con los registros de sonido, transmisiones y del instrumental de vuelo, acabará con las especulaciones, y permitirá determinar el responsable de la tragedia y quién habrá de pagar a los familiares de las víctimas.
Las autoridades civiles y militares de Taiwán a cargo de este rescate han informado de que han localizado el lugar donde se encuentran, a unas veinte millas náuticas de la costa norte de la isla de Pescadores y han advertido que sacarlas puede resultar difícil.
Huang indicó que la dificultad estribará en el tamaño del trozo de avión que las contiene y en la fuerza de las corrientes marinas.
Edición periodística: Gerardo González y Juan Fernando Lara . Fuente: agencias.