Vyacheslav Zakharov, representante de la compañía Mammoet, que estableció una operación conjunta con otra firma holandesa, Smit International, dijo que el mar agitado ha causado algunas demoras, pero no el calendario general.
Antes de reflotar el Kursk, Mammoet debe desprender el compartimiento de proa que podría contener torpedos sin detonar y poner en peligro la tarea de rescate. La armada rusa decidirá más adelante si habrá de reflotar esa sección el año próximo.
Las pruebas a la sierra que se empleará para cortar el compartimiento revelaron que su mecanismo se desgastaba más rápidamente de lo anticipado y hubo que hacerle modificaciones, dijo Zakharov en una conferencia de prensa.
El Kursk se vio afectado por dos explosiones y se hundió durante ejercicios navales en el mar de Barents el 12 de agosto del 2000. Murieron todos sus 118 tripulantes.
Edición periodística: Adriana Quirós Robinson, Nacion.com
Fuente: agencias.