Creador de más de cien canciones, poeta romántico, patriótico y crítico, autor de cuatro libros donde recupera la historia y el folclor de su querida provincia. Ese es Ernesto Alfaro Cascante, el alajuelense de 67 años de edad que ganó el Premio Nacional de Cultura Popular Tradicional 2002.
Quizá lo conozca. Él es uno de esos señores delgados, de impecables y bien peinadas canas, bigote cuidado y mirada pícara, quien no falta a las tertulias del parque de Alajuela, sobre todo ahora que está pensionado.
Lo extraño es que, según dice, nunca le han puesto ningún apodo. Tan inusual es la situación que, un buen día, Aurelia Trejos, cantante del grupo Cantares y conductora del programa El Cancionero que transmite canal 13, le llamó, con gran tino, El salvado .
Sin olvidar su lema "camino hacia adelante sin esperar que nadie me empuje", Alfaro Cascante tiene 50 años de estar ligado a la cultura popular.
De quinceaños en adelante
Él es muy conocido por piezas como Las casonas viejas , Tardes de Alajuela , Muchacha de Medellín y Cuando hay turno en mi pueblo , entre muchísimas otras.
Sus creaciones han sido grabadas en casetes, LP, discos de 45 revoluciones, y compactos, por gente como los Hermanos Zamora, Lencho Salazar, la Orquesta de Cuerdas de la Universidad de Costa Rica (UCR), y los tríos Los Radiantes, Los Morenos y Jacaranda.
Es así como su música se ha escuchado tanto en serenatas para 15 años como en el Teatro Nacional. "Por mi trabajo he tenido muchas satisfacciones en esta vida. No han sido económicas porque eso es un sueño, lo que he recibido es el reconocimiento de mi pueblo. Ver mis canciones grabadas y escuchar mi música en el Teatro Nacional son algunos de mis premios".
Escribe canciones folclóricas y románticas, siempre con el apoyo de su esposa Ivonne Madrigal Quirós, quien no solo es su compañera de mil batallas sino también su secretaria y apoyo más fuerte.
Sacudida poética
El fuerte sismo del 22 de diciembre de 1990 le sacudió la inspiración a don Ernesto y le hizo aflorar los versos, ya que en esa fecha escribió su primer poema, cuyo tema fue, por supuesto, el temblor.
Después de eso, su poesía se ha bifurcado entre lo romántico y la crítica, en la cual sin excluir su gran amor por la patria, evidencia problemas nacionales e internacionales. "Incluso escribí uno a las víctimas del terrorismo", recuerda, mientras hurga en sus ordenadísimos papeles.
Su cariño por el barrio donde creció (el Plaza Iglesias ubicado, según él mismo, "del mercado de Alajuela 200 varas al norte") le aflojó la memoria y la pluma. Fue así como en 1995 publicó Plaza Iglesias , su primer libro.
Después llegaron El Mercado Municipal , La vieja serenata dedicada a los músicos de antaño y Mi Alajuela de ayer .
"Me inicié haciendo yo los libros de forma artesanal porque sabía que publicarlos era muy difícil. Siempre los he ilustrado mucho y les he incluido muchas fotos para que se comprenda bien el tema; así la gente me los compraba a un precio módico", comenta.
Eso sí, gracias a la intervención de la profesora Seidy Cerdas, el Museo Juan Santamaría de Alajuela le publicó ya cuatro obras.
Ahora, ya tiene listo su quinto libro. "Siempre he ido al parque en mis ratos libros. He sido fiel a la retreta y a las tertulias. Por ello, escribí un libro sobre las historias y los cuenteretes que se hablan allí. Además, agregué 1.000 apodos alajuelenses y expliqué algunos de ellos", detalló.
"Nací para esto"
Alfaro Cascante afirma sin timideces: "Yo soy autodidacto. No hay trampa ni engaño, nací para esto. Dios me lo envío, y gracias a esto mis canciones y libros han salido del país".
Desde que tenía 16 o 17 años empezó a "serenatear". ¿Cantando o dando serenatas?
"Las dos. Era la época de un romanticismo bellísimo. Se cantaban boleros, tangos y valses. En 1953 compuse mi primera canción: No seas así , una ranchera muy influenciada por Pedro Infante y Jorge Negrete. De allí en adelante se abrió ese mar de inspiración y yo seguí trabajando y componiendo", dice.
Y sus canciones llegaron a los músicos y cantantes, a las radios y a las grabaciones.
Con su fama llegaron los reconocimientos y premios del Club de Leones, la Municipalidad de Alajuela, las escuelas y el propio Ministerio de Cultura.
El Premio Nacional de Cultura Popular Tradicional que reconoce la labor de toda una vida dedicada a ese sector cultural es su pago, asevera Alfaro Cascante.
Feliz por su premio, feliz por las entrevistas y feliz por seguir adelante, solo le queda un pequeño lunar: "Antes, la música no faltaba en las fiestas. Ahora, la gente ha perdido mucho la sensibilidad".
Eso sí, don Ernesto no se queja por sí mismo: él lo logró y ahora solo le quedan millones de agradecimientos para la gente que ha conocido en sus 50 años de carrera.