Los únicos septillizos vivos del mundo respiraban por su cuenta ayer después de que al último bebé, Nathaniel Roy McCaughey, le fuera retirada la respiración asistida, informó el hospital.
El estado de salud de Nathaniel, el menor de los cuatro varones, que pesó 1,3 kilogramos al nacer, evolucionó de serio a estable.
Este positivo paso fue dado con anterioridad por sus seis hermanos, a los que se les retiraron los ventiladores en la unidad de cuidados intensivos neonatales del hospital infantil Blank.
Nacidos del matrimonio McCaughey el 19 de noviembre, los septillizos recibían su comida mediante sondas a través de la nariz, dijo la portavoz Lynne Yontz.
Los médicos aseguraron que los septillizos, que nacieron con más de nueve semanas de antelación, no dejarán el hospital por lo menos hasta enero.
Sus padres, Bobbi, de 29 años, y Kenny, de 27, pasaron la mayor parte del Día de Acción de Gracias en el hospital como todos los días y pudieron tomar a los bebés en sus brazos, dijo un portavoz de la familia.
Carlisle, un pueblo cercano a Des Moines, donde la familia vive, celebrará hoy sábado una colecta de fondos.
Residentes y visitantes podrán comprar globos rosas o azules rellenos de helio al precio de un dólar la unidad, para luego liberarlos como signo de celebración.
El dinero conseguido estará destinado a la familia, que tiene otra hija, Mikayla, de dos años, que también fue concebida con la ayuda de un tratamiento de fertilidad.
Los niños se encuentran ya prácticamente fuera de peligro y, según los médicos, sus posibilidades de supervivencia son de un 98 por ciento.