Si hubiera que describir con una palabra a Leon M. Lederman, ese vocablo sería neutrino. Las investigaciones que este físico neoyorquino realizó con esa partícula subatómica le valieron el premio Nobel en 1988; compartido con Melvin Schwartz y Jack Steimberger.
Además de descubrir la existencia de dos tipos de neutrinos, Lederman estuvo involucrado en la construcción del más grande acelerador de energía del planeta.
Y si son dos las palabras otorgadas para describir a este hombre, la segunda debería ser maestro. De ello fueron testigos los cientos de costarricenses que asistieron a su cátedra Física de las partículas elementales y el origen del Universo , clase que impartió el jueves pasado en el auditorio del Centro Nacional de Alta Tecnología (CENAT).
"Mi tiempo ahora está dedicado esencialmente a la educación", explica. Esto, porque desde 1989 ha enfocado sus esfuerzos a mejorar la enseñanza en su país y en otros.
Su visita finalizará mañana, día que retornará a Chicago, la ciudad donde vive desde hace varias décadas. El viernes por la tarde, Lederman conversó con Viva , a continuación un extracto de la entrevista:
¿Por qué decidió meterse en el campo de la física?
Para ganarme la vida (Se ríe). Decidí estudiar física porque me parece que es la materia más sencilla.
¿La más sencilla?
Si usted estudia química, tiene cosas complicadas como sodio, cloro, reacciones, elementos... Pero en física solo hay que concentrarse en una partícula: el átomo. Por eso es que digo que la física es la materia más sencilla.
¿Y resultó ser sencilla?
Bueno, la verdad es que no. Sin embargo, sí trabaja con cosas sencillas; trata de describir y explicar de forma sencilla todos los mecanismos.
"El químico trabaja con moléculas, compuestas por átomos. El biólogo trabaja con ADN, que es una gran molécula. A fin de cuentas todo llega al átomo, que es nuestro campo de acción".
Usted ha pasado muchas horas al lado de una inmensa máquina el acelerador de partículas, de un kilómetro de diámetro que lo que hace es destruir las partículas de átomos. ¿Qué se siente mientras el experimento se está llevando a cabo?
Normalmente se está observando las colisiones de partículas que se están creando adentro del acelerador. Uno verifica que el experimento se esté haciendo bien, pues ha tomado muchos años y esfuerzos lograrlo. También, se recolecta la información que el experimento genera, esa es la información con la que uno estará trabajando por unos tres años.
Usted comentó que los neutrinos son su partícula favorita, por ellos recibió el premio Nobel de Física. ¿Qué hace a los neutrinos tan especiales?
Es una subpartícula nuclear muy peculiar. No tiene carga eléctrica. Tampoco tiene una fuerza fuerte. Lo que sí tiene es una fuerza débil.
¿De dónde vienen?
Los neutrinos se producen durante la radiactividad; hay millones de neutrinos pasando por nosotros en este mismo momento. La probabilidad de que el neutrino haga una colisión significativa no es nula, pero sí poco probable, justamente porque tiene una fuerza muy débil. Por eso son partículas que nunca desaparecen.
"Si uno quiere que un neutrino choque contra un bloque de hierro, se necesita que ese bloque tenga un grosor de 100 millones de kilómetros. Sin embargo, si tengo dos neutrinos, no se necesita tanto hierro. Y por su parte, si controlo que billones de neutrinos salgan al mismo tiempo, es más probable poder observar un choque de la partícula".
¿Ha visto alguna colisión?
Sí, ¡eso fue lo que hizo que me dieran el Nobel! Logramos observar colisiones de neutrinos, y también descubrimos que en lugar de uno, existían dos tipos de neutrinos. Más tarde, se descubrió que existe un tercer tipo de neutrino.
¿Qué es lo que más le asombra del Universo?
Que está ahí, que existe.
"Otra cosa asombrosa es que somos capaces de comprender mucho sobre el Universo. Ya sabemos cuando nació; las circunstancias bajo las que surgió el Big Bang; sabemos más sobre la evolución de ese momento inicial a este, de estar en Costa Rica en esta bella tarde.
Se ha dicho que el siglo XX fue de la física, y que el siglo XXI es el de la biología. ¿Es eso correcto?
Creo que es muy temprano para predecir lo que será el siglo XXI, pero sin duda estoy de acuerdo que la biología es una ciencia que está floreciendo. Como físico me consuelo porque a final de cuentas, la biología es física aplicada.
En 1989, después de 10 años de ser el director de Fermi-lab (Chicago), usted decidió regresar a las aulas a impartir clases. ¿Por qué?
Cuando fui investigador en la Universidad de Columbia, yo enseñaba y me gusta enseñar. En un cambio de carrera dejé la universidad y me convertí en director de un gran laboratorio donde no enseñaba. De repente, empecé a necesitar dar clases, paraba a la gente en los pasillos y les decía que les quería enseñar. Por ello, decidí invitar a estudiantes de colegio al laboratorio.
"Después invitamos a los profesores, y nos dimos cuenta que no eran grandes conocedores de la ciencia".
¿Así fue cómo se involucró en la enseñanza de los niños de Chicago?
Sí, se me ocurrió crear una escuela para los niños superdotados y fui al despacho del Gobernador. Él estuvo de acuerdo. Luego, cuando dejé el laboratorio, me di cuenta que en la ciudad había muchos niños de bajos recursos que estaban recibiendo una mala educación. Por ello me puse a preparar a los maestros de preescolar y de escuela. Les enseñamos cómo enseñar ciencia y matemática.
¿Cómo empezó a trabajar con la educación en América Latina?
Después me involucré con organizaciones interesadas en la educación en los países en vías de desarrollo. Para muchos de los niños de esos países, la educación primaria es la única preparación que van a recibir en su vida, por ello hay que asegurarse que sea buena.
¿Eso fue lo que lo trajo a Costa Rica?
A Costa Rica vine por primera vez el año pasado, como invitado especial de la Feria Científica. Quedé muy impresionado por la belleza del país y la capacidad de sus niños. La gente que conocí me dijo que tenía que volver, así que aquí estoy.
¿Es la educación más importante que la física?
Creo que hay que hacer las dos. Si nunca hubiéramos estudiado los neutrinos no tendríamos que enseñarle a los niños.