Los Ángeles. DPA A su primer marido, Chris Sarandon, Susan Abigail Tomalin tiene dos cosas que agradecerle: su primer papel en una película y su famoso apellido.
En 1968, la joven estudiante de literatura acompañó a su esposo a un casting en la ciudad de Nueva York. Él, que procedía de una familia de actores, no fue contratado, pero ella consiguió el papel de una hija rebelde en Joe, un drama sobre el conflicto generacional entre los hippies y la burguesía.
El principio. El papel era muy adecuado para Susan Sarandon, quien la semana pasada cumplió 60 años. Aún hoy la artista pelirroja no tiene pelos en la lengua y concentra todas las miradas.
Sarandon enfrenta relajada sus sesenta años. “Me alegra hacerme mayor, cuando la apariencia es menos importante y se trata más de tu persona”, declaró unos meses antes de su cumpleaños.
Y con ello pensaba en la importancia de sus atributos. “Hay que prestar atención para que el propio busto no te robe protagonismo”, comentó. Con la edad ha ido ganando tallas en esa parte de su cuerpo y Sarandon cree que ello le ha valido algunos papeles.
Su primer gran papel en el cine fue, sin embargo, el de la cohibida Janet en The Rocky Horror Picture Show. En el filme de culto sobre un travesti extraterrestre, Sarandon interpretó en 1974 a una virginal joven que descubre su pasión por la pasión. Tras su debut junto con Tim Curry -como el Dr. Frank N. Furter- se ganó el título del que siempre ha estado orgullosa: “La sex symbol del hombre pensante”.
Sarandon se comprometió una y otra vez con temas políticos como el derecho al aborto y la eliminación de la pena de muerte. Protestó contra la invasión de Vietnam, contra la guerra de Iraq y ha sido arrestada y llevada con esposas por participar en varias manifestaciones.
La actriz creció en el seno de una familia de origen italiano muy católica, como la mayor de nueve hermanos. Pero desde hace tiempo no profesa la religión. “Eso resulta sencillo cuando uno asiste a una universidad católica”, asegura con sarcasmo con respecto a sus estudios en Washington.
El director francés Louis Malle la hizo famosa internacionalmente en los años 70 y la convirtió en su amante. En Pretty Baby (1978) interpretó a una prostituta de Nueva Orleans que hace entrar en el negocio a la adolescente Brooke Shields. Luego siguió Atlantic City, donde consigue enredar al gánster sin éxito que encarna Burt Lancaster.
Sarandon vivió algunos años en Italia, donde tuvo una hija con el guionista Franco Amurri, en 1985.
En la comedia sobre béisbol Bull Durham, de 1988, la actriz seduce en la pantalla simultáneamente a dos hombres, Kevin Costner y Tim Robbins. Con éste último, 12 años menor, la relación también funcionó en privado. Ambos viven juntos hasta hoy sin papeles de por medio y tienen dos hijos.
Junto con Geena Davis, Sarandon dio el gran golpe con Thelma y Louise . La roadmovie sobre dos mujeres con revólveres se convirtió en 1991 en un filme comercial de culto para muchas feministas.
Tras cuatro nominaciones al Oscar, entre ellas por Thelma y Louise y El cliente , Sarandon obtuvo al final una estatuilla bajo la dirección de su pareja, Robbins, en 1996.
En el drama sobre la pena de muerte Dead Man Walking interpreta a una monja que acompaña a un asesino (Sean Penn) antes de su ejecución. El trofeo ocupa un lugar destacado en su baño.
“Hace falta mucho para sacarme de mi paraíso hogareño”, afirma esta madre apasionada que se separa muy poco de su familia por largos períodos. Por eso brilla muchas veces en papeles secundarios, como recientemente junto con Richard Gere en ¿Shall We Dance?, con Jude Law en Alfie u Orlando Bloom en Elizabethtown .
Los seguidores de Sarandon podrán disfrutar de su presencia pronto en Bernard and Doris en la que acompaña a Ralph Fiennes.