Los síntomas más comunes son el estómago inflamado, náuseas, cólicos, ruidos en el abdomen, estreñimiento o diarrea. Ese malestar es conocido popularmente como colitis
Según los médicos, no es una enfermedad que derive en males mayores, pero es necesario acudir al especialista para descartar otras posibilidades.
No existen estadísticas sobre su incidencia, pero es común escuchar al vecino, a la compañera de trabajo, a los hijos, al jefe o a cualquier amigo, quejarse de que la colitis lo está matando.
Si bien es cierto que de cada 10 personas que atienden los gastroenterólogos aproximadamente siete sufren de colon espástico (verdadero nombre de la colitis), los síntomas de esta enfermedad suelen confundirse con los de otras.
Como lo explica el especialista Rolando Páez, el trastorno digestivo (como también se le conoce) es un padecimiento por exclusión; es decir, primero se descartan varios males antes de determinar que se trata de una colitis.
"Los síntomas que -por lo general- presenta este trastorno digestivo, pueden tener relación con otras enfermedades, por ello, primero practicamos una serie de exámenes para descartar parásitos, tumores malignos o padecimientos en la vesícula y el páncreas", señala el médico.
Esta es una de las enfermedades que nos ha regalado la tecnología y la prisa que vivimos diariamente. En las oficinas, en las calles y en nuestros hogares escuchamos a las personas quejarse porque andan con colitis y muchos acostumbran a solucionarlo acudiendo a la farmacia.
¡Qué estrés!
Nuestro organismo reacciona de diversas formas ante la presión. El colon o intestino grueso es una de las partes que más sufre, no funciona al ciento por ciento y nos produce malestares.
"Los problemas nutricionales y de tensión son las causas más importantes del mal funcionamiento del colon. La forma en que nos alimentamos y nuestro estado anímico influyen en el cuerpo", explica el gastroenterólogo Fabio Solano.
Una dieta saludable -que evite excesos de carnes rojas, embutidos, lácteos, condimentos artificiales, repollo, coliflor, lechuga, el fumado y el licor- es una buena aliada para combatir la colitis. Si a ello le agregamos bastante líquido y fibras, además de tranquilidad, tendremos las de ganar.
Todos estamos propensos a sufrir este mal, aunque su mayor incidencia es en adultos, sobre todo en mujeres. Se estima que por cada tres de ellas, solo un hombre la padece.
La colitis no tiene cura; requiere un tratamiento de sostén; es decir, que cada persona debe mantener una dieta equilibrada y una vida tranquila. El gastroenterólogo Édgar Izquierdo sostiene que los medicamentos dependen de cada paciente.
"Muchas veces con cambiar el ritmo de vida y los hábitos alimentarios la persona ya se siente mejor. Es importante que aprendamos a no automedicarnos. Lo que sirve al vecino no necesariamente me va a funcionar a mí, porque cada organismo es distinto", agrega.
Si bien es cierto no tratar la colitis no desemboca en una enfermedad más grave, no consultar al especialista podría aumentar los malestares, el dolor, el estreñimiento, la incomodidad y estar ansiosos e intranquilos. No acudir al médico podría, además, evitar la detección de otro mal más grave.
¡Cuidémonos!
Estas son algunas recomendaciones para evitar o prevenir la llamada colitis.
Mantener una dieta balanceada, que contenga fibra y líquido
Comer despacio
Aprender a detectar los alimentos que nos caen mal
Evitar los excesos
Descartar desde el principio otras enfermedades
Llevar un buen ritmo de vida. Evitar preocupaciones y enojos
Fuente : Fabio Solano, Édgar Izquierdo y Rolando Páez, gastroenterólogos.