Berlín, 10 jul (EFE).- Las invitaciones para que el canciller federal alemán, Gerhard Schroeder, y su familia pasen estas vacaciones se suceden desde que éste cancelara las que iba a pasar en Italia, a raíz de las declaraciones de un político italiano contra turistas alemanes.
Unas de las primeras alternativas a un verano en Hannover, ciudad natal del canciller, llegó de la vecina Austria, refugio preferido del antecesor de Schroeder en la jefatura de gobierno, Helmut Kohl.
"En Austria no oirá jamás ese tipo de comentarios o insultos", declaró el ministro austríaco de Economía, Martin Bartenstein, en referencia a las declaraciones del subsecretario de Turismo italiano, Stefan Stefani.
Entre otras consideraciones Stefani, perteneciente a la Liga del Norte, sostuvo en una entrevista que los alemanes son "esos rubios supernacionalistas que asaltan a gritos nuestras playas".
Además de Austria, Schroeder y su familia tienen la opción de ir a Polonia, "país amigo de Alemania y de los alemanes, con un paisaje maravilloso y una región, Tuscany, tranquila y con excelente gastronomía", afirma en una carta abierta el jefe de la Oficina de Turismo de ese país en Alemania, Pawel Lewandowski.
Agregó que "unas vacaciones del canciller y su familia en la vecina Polonia contribuiría, además, a acercar a los dos pueblos y a eliminar los prejuicios que aún pudieran existir".
Dueños de hotel, funcionarios de turismo de Dinamarca, Portugal y Croacia han manifestado también que estarían encantados con poder acoger a la familia Schoeder estas vacaciones.
Y si el canciller sigue, en el fondo, soñando con Roma, siempre le queda la Roma del estado federado alemán de Renania-Palatinado, declaró hoy el jefe del Gobierno regional, Kurt Beck.
"Nuestra Roma es idílica, pequeña, tranquila y siempre acogedora con los visitantes", dijo Beck.
Además de las invitaciones con nombre y apellidos, los periódicos y las televisiones alemanes se han lanzado en clave de humor a la búsqueda de un destino para la familia Schroeder, pues hasta a los líderes de la oposición les da pena que se queden en Hannover.
"Quedarse en Hannover es castigarse a sí mismo", declaró el jefe del grupo parlamentario socialcristiano, Michael Glos.
Las previsiones meteorológicas para el mes próximo no son, precisamente, mediterráneas y la temperatura de los lagos que rodean la ciudad no será la del Adriático.
Pero los cocineros de algunos de los restaurantes de la ciudad entrevistados por la segunda cadena de televisión pública alemana, la ZDF, aseguran a Schroeder que los mejores macarrones con tomate de Italia se comen en Hannover. EFE
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