Buenos Aires. El senador José Genoud presentó hoy su renuncia como presidente provisional del Senado de Argentina, cargo que lo colocaba en la primera línea de sucesión presidencial, en un gesto destinado a complacer al Jefe de Estado, Fernando De la Rúa, y a superar la crisis política que vive el país.
El senador formalizó su renuncia poco después de las 19.30 hora local (22.30 GMT) durante una reunión con De la Rúa, en la residencia presidencial de Olivos, a unos pocos kilómetros al norte de Buenos Aires.
Genoud, uno de los principales involucrados en el escándalo por el presunto pago de sobornos en el Senado para votar a favor de una ley de reforma laboral impulsada por el Gobierno, había quedado como virtual vicepresidente de la República tras la renuncia el viernes pasado de Carlos Alvarez.
La Constitución de Argentina establece que por ausencia, enfermedad o muerte del presidente del país, el cargo debe ser ejercido por el vicepresidente o, en su defecto, en el siguiente orden por los presidentes del Senado, de la Cámara de Diputados y de la Corte Suprema de Justicia.
El senador decidió presentar su dimisión a la presidencia del Senado después de que el Jefe del Estado manifestara, en entrevistas publicadas hoy por la prensa de Buenos Aires, que deseaba que el bloque legislativo de la Alianza elegiera a quien, en la práctica, ejercería la vicepresidencia del país.
Genoud pertenece al centenario partido Unión Cívica Radical, el mismo al que está afiliado De la Rúa, y que forma la gobernante Alianza con el conglomerado de centro izquierda Frente País Solidario (FrePaSo).
Alvarez, cuya dimisión el viernes a la vicepresidencia del país generó una crisis política-institucional sin precedentes en Argentina, había reclamado insistentemente la renuncia de todos los senadores ante el escándalo que los envuelve por el presunto pago de sobornos.
El renunciado vicepresidente había puesto su mira en Genoud, a quien consideró como uno de los "operadores" del Gobierno que manejaron una suma estimada en 10 millones de pesos (igual cantidad de dólares) para "comprar" a los senadores reacios a votar la ley de reforma laboral.
La designación del nuevo presidente del Senado y que en los hechos oficiará como vicepresidente del país quedará en manos de la Alianza, ya que es tradición en la política argentina que el primer lugar de la sucesión presidencial sea ocupado por un hombre afín al Gobierno.
El partido Justicialista (PJ-peronista), el principal de oposición y con mayoría en la cámara alta, anunció hoy que no opondrá reparos a que un hombre de la Alianza sea designado como presidente provisional del Senado.
Edición periodística: Adriana Quirós Robinson, La Nación Digital. Fuente: agencias.