La actriz estadounidense Sandra Bullock se encuentra de visita en Madrid, donde promociona Siempre queda el amor, una comedia dramática que protagoniza y produce.
Bullock define este filme como "una película realista, cotidiana, y que en el fondo es un homenaje al hombre bueno, ese que está siempre a nuestro lado sin que apenas nos demos cuenta".
Bullock decidió hacerse productora (aunque este es su primer largometraje, ya había ejercido en cortos y obras de teatro) porque "siempre es un desafío crear algo desde la nada"; le gusta "apostar" y sabía que sin su ayuda "este proyecto habría acabado en una papelera".
La actriz, que saltó a la fama como una pasajera de autobús en Speed, y luego volvió con la segunda entrega del mismo título, ha negado tajantemente que participará en la tercera parte de esta secuencia.
Aunque Sandra se empezó a hacer famosa con los filmes de acción, antes se curtió con papeles en pequeñas producciones independientes, como en Una cosa llamada amor, donde encarnaba a una aspirante a cantante de country, junto a River Phoenix y bajo la dirección de Peter Bogdanovich.
"River era un joven delicado y, desgraciadamente, esas criaturas tan sensibles no pueden soportar tanta basura como hay en el mundo, no pueden con esa suciedad", afirmó Sandra, sobre su maestro.
Sobre el cineasta, recuerda además que "es un hombre que ama a sus actores y estoy segura de que volveremos a verlo, porque en la vida después de una etapa mala, siempre llega una mejor".