
Existe desde hace 30 años y desde hace 25 no se le hacían retoques mayores. Por eso, porque ya es “treintona”, era justo que la emblemática Sala Garbo recibiera un embellecimiento integral.
A partir de este Lunes Santo (2 de abril), esta sala de cine independiente, ubicada en Paseo Colón, permanecerá cerrada al menos hasta el domingo 8 de abril para una renovación intensa.
“Luego de 25 años, en la Sala Garbo vamos a cambiar las butacas y también vamos a cambiar la pantalla, porque la que teníamos ya tiene sus años y obviamente tenemos que competir un poco con todos los nuevos cines que existen ahora en el país”, explicó Nico Baker, propietario de la Garbo y del Teatro Laurence Olivier.
A las butacas y la pantalla se les une el hecho de que esa sala de cine tiene un nuevo aire acondicionado y un nuevo sistema de sonido. “Es una renovación total. La parte más difícil será reemplazar las butacas. Por eso en Semana Santa vamos a estar cerrados. Si todo sale bien, volveríamos a abrir el lunes 9 de abril”, añadió Baker.
Lo que no cambiará en la Garbo es su programación: seguirá pasando cine independiente de calidad. “Compramos varias películas nuevas, la mayoría ganadoras de premios en los festivales de Cannes, Toronto, Montreal y Berlín, para lanzar la sala con una nueva programación de muy buena calidad. Seguimos con nuestra línea, que es presentar películas de cine independiente que luego pasan al American Outlet Mall”, explicó Baker.
Otros cambios. El teatro Laurence Olivier, ubicado junto a la Sala Garbo, también será renovado. De las 200 butacas que tiene, 100 van a ser cambiadas. Esa sala también estrenará proyectores y sistema de sonido.
“Con el cambio de butacas voy a tener un montón de sillas que tengo que vender o colocar en algún otro teatro”, dijo Baker, quien añadió que la inversión hecha tanto en la Garbo como en el Olivier suma casi $200.000. Como primero se van a terminar los cambios en la Garbo, el Laurence Olivier sí permanecerá cerrado algunos días más.
Luis Carcheri, gerente de la distribuidora de películas Romaly, ha estado apoyando a Baker con algunos insumos, como la pantalla de cine que se instalará en la Garbo.
“Ha sido una colaboración por amistad, no por lazos comerciales. Lo que pasa es que nos pone muy contentos que la Garbo esté haciendo mejoras, porque es la sala que está haciendo el mejor trabajo por traer al país cine alternativo de calidad”, dijo. Carcheri resaltó que la labor de la Sala Garbo es más difícil que la de los cines normales porque estos últimos “presentan películas precedidas por mucha bulla y publicidad, mientras que la Garbo tiene que cultivar su público, trabajar película por película, dar a conocer sus calidades y características... es una labor muy meritoria”.