Naciones Unidas, 13 may (EFE).- El diplomático español Javier Rupérez, quien se perfila como el primer director ejecutivo del Comité Antiterrorista de la ONU, es un diplomático con gran experiencia, conocedor de lo que se ha denominado el flagelo del siglo XXI.
Rupérez, quien ha sido propuesto por el secretario general de la ONU, Kofi Annan, para ocupar este cargo de reciente creación, tiene a sus espaldas una larga trayectoria diplomática que comenzó a finales de la década de los sesenta en la Embajada en Addis Abeba (Etiopía), y continuó en Varsovia (Polonia) y Helsinki (Finlandia).
Tras un primer contacto con Naciones Unidas en 1973, al prestar servicios en la embajada de España ante la sede de la ONU en Ginebra, regresó a España para ocupar diferentes puestos en el Ministerio de Asuntos Exteriores.
En 1979, Rupérez, cuyo nombramiento está pendiente de la aprobación del Consejo de Seguridad, fue elegido diputado de la Unión de Centro Democrático (UCD), con lo que iniciaba también una rica trayectoria como parlamentario.
El diplomático, que militó en UCD desde el 1977, abandonó este partido en 1982 para incorporarse al comité ejecutivo del Partido Demócrata Popular, formación de la que fue presidente, y que, tras pasar a llamarse Democracia Cristiana, se integró en el Partido Popular.
Rupérez ha acumulado en su densa carrera cargos y funciones, entre ellos el de presidente de la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa, en la que previamente fue embajador, y presidente de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN (Organización del Atlántico Norte).
También ha sido embajador en la OTAN, presidente de la Fundación Humanismo y Democracia, y secretario general de la Internacional Demócrata Cristina, y, desde junio de 2000, es el embajador de España en Estados Unidos.
Rupérez ha estudiado el tema del terrorismo, del que ha sido víctima ya que, en noviembre de 1979, fue secuestrado por ETA durante 31 días.
En 1981, fueron condenados por el secuestro dos miembros de la organización, Francoise Marhuenda y Begoña Aurteneche, y diez años después del suceso fueron juzgados dos más, Arnaldo Otaegui y Luis Marís Alcorta, pero fueron absueltos.
En noviembre de 2001, el ex director general de la Guardia Civil, José Antonio Sáenz de Santamaría, afirmó que el Ministerio del Interior pagó 200 millones de pesetas a los secuestradores por su liberación, lo que Rupérez negó tajantemente.
Más recientemente, tuvo que defenderse de informaciones aparecidas en la prensa que le vinculaban con los pagos realizados, a cambio de "favores", por el régimen iraquí de Sadam Husein a individuos y empresas extranjeros, escándalo que actualmente son objeto de una investigación por un equipo independiente de la ONU.
El diplomático dijo que la información era "absoluta y rotundamente falsa" y que "bajo ningún concepto" había recibido concesión petrolera alguna.
De confirmarse su nombramiento, Rupérez será el funcionario español de más alto rango en la ONU y la primera persona que ocupe este cargo, creado el pasado mes de marzo a propuesta de España para impulsar la colaboración de los países en la lucha contra el terrorismo internacional.
Casado desde 1995 con la canadiense de origen macedonio Rakela Cerovic, tiene una hija de su primer matrimonio, con Geraldine Molved, fallecida en 1983, y otra con su cónyuge actual.EFE
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