Harare, 20 jul (EFE).- Zimbabue adoptará amplias reformas electorales antes de los comicios legislativos previstos para el año próximo y también leyes contra grupos humanitarios e iglesias que interfieran en política, dijo hoy, martes, en la apertura del Parlamento, el presidente Robert Mugabe.
El jefe del Estado zimbabuense explicó que entre las reformas se incluyen el establecimiento de una comisión electoral "independiente", reducir la votación a un sólo día en lugar de dos y llevar a cabo el recuento de votos en los mismos colegios electorales a fin de reducir las pérdidas de urnas.
"La aprobación de estos cambios como parte de la legislación de nuestro país necesitará de vuestra deliberación y análisis colectivo", dijo Mugabe en alusión al opositor Movimiento para el Cambio Democrático (MCD).
El MCD que ocupa 50 de los 150 escaños del Parlamento zimbabuense, ha hecho campaña por la introducción de las reformas electorales, que considera esenciales para que los comicios sean libres y justos.
Mugabe anunció asimismo que durante esta sesión parlamentaria, su partido, la Unión Nacional Africana de Zimbabue (ZANU, en inglés) introducirá un proyecto de ley para cerrar grupos religiosos y de asistencia humanitaria que interfieran en política.
"Las organizaciones no gubernamentales deben trabajar para mejorar nuestro país y no ser conductos e instrumentos de la interferencia extranjera", dijo Mugabe, en una velada referencia al Reino Unido, la antigua potencia colonial de Zimbabue.
Mugabe, que ha gobernado ininterrumpidamente en Zimbabue desde la independencia del país en 1980, ha acusado en repetidas ocasiones a las organizaciones occidentales de asistencia humanitaria, iglesias y grupos de defensa de los derechos humanos de aliarse con sus oponentes y las autoridades de Londres para atacarle.
Gran Bretaña critica duramente las violaciones de los derechos humanos y democráticos perpetradas sistemáticamente por el régimen de Harare contra la oposición, a lo que Mugabe responde que "los antiguos colonizadores no pueden enseñar nada a Zimbabue acerca de derechos humanos".
El proyecto de ley para las ONG y las iglesias estipula que todos los grupos involucrados en obras de caridad, como en programas educacionales y de investigación deberán registrarse con el Gobierno, que les otorgará una licencia para operar legalmente.
La falta de esa licencia llevará a la clausura de las organizaciones y los miembros de las mismas que violen la ley podrán ser arrestados, indica el proyecto legislativo, que exige también que sean explicados los orígenes y usos de sus fondos y la identidad de los donantes extranjeros.
Zimbabue se encuentra en una crisis política desde principios de 2000, cuando el Gobierno comenzó a expropiar sin compensación económica alrededor de once millones de hectáreas de tierras cultivables, a unos 4.500 hacendados blancos, en su mayoría descendientes de ingleses.
Cerca de 200.000 familias negras se han establecido desde entonces en esas propiedades y se dedican a trabajar la tierra en una agricultura de subsistencia en lugar de las cosechas comerciales a gran escala que producían los antiguos granjeros blancos.
Las expropiaciones, sumadas a graves sequías, el control de precios y el monopolio que ejerce el Gobierno sobre las importaciones de cereales, han causado una escasez de alimentos que amenaza con una hambruna a casi dos tercios de la población de Zimbabue, calculada en poco más de once millones de habitantes.
La reforma agraria coincidió en 2000 con el lanzamiento de una campaña de represión por parte del Gobierno contra sus oponentes después de que fuera derrotado en un referendo para introducir cambios constitucionales que le hubieran permitido a Mugabe perpetuarse indefinidamente en el poder sin necesidad de elecciones. EFE
pm/jm/jg