Madrid, 24 dic (EFE).- El Rey de España afirmó hoy que acabar con el terrorismo es "un objetivo prioritario e inaplazable", para lo cual "debemos incrementar nuestros esfuerzos", y mostró su preocupación por el drama de la inmigración ilegal.
"No podemos tolerar que prospere el tráfico de seres humanos. Tampoco debemos permitir que inmigración sea sinónimo de muerte, explotación, o discriminación", dijo Juan Carlos I en su tradicional Mensaje de Navidad a los españoles y a los extranjeros que han escogido este país como hogar "y contribuyen a nuestro desarrollo".
Agregó que, "como nueva realidad social de grandes dimensiones, la inmigración debe ser abordada por todos con profundo sentido de la responsabilidad".
Otro asunto que el monarca abordó en su mensaje al país fue el final del terrorismo, para lo que "contamos con los instrumentos del Estado de Derecho, la acción de la Justicia y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y con una creciente cooperación internacional".
Subrayó que los "instigadores, encubridores y autores materiales" del terrorismo "no han cejado en sus objetivos, amenazas y extorsiones".
"Su profunda crueldad -insistió- está presente en las cicatrices de tantas familias de víctimas", para las que tuvo un emocionado recuerdo, a las que no "debemos olvidar y su dolor nunca lo podremos compensar".
A punto de acabar el año en el que se ha cumplido el trigésimo aniversario de su reinado, Juan Carlos I habló hoy, como hiciera en su primer discurso como Rey el 22 de noviembre de 1975, de reconciliación, concordia y amplio consenso, de libertad y progreso, de respeto a la "rica pluralidad y diversidad" de esa "gran nación" que es una España unida.
Pidió a "todos" moderación y sosiego para superar las tensiones y divisiones políticas y animó a buscar "el más amplio consenso" para solucionar los problemas "en el marco de las reglas, principios y valores" de la Constitución.
"Confío plenamente -recalcó- en que las instituciones y los partidos del arco constitucional sabrán siempre servir fielmente al interés general y al deseo mayoritario del pueblo español de preservar y ensanchar nuestra armónica convivencia".
Recordó el nacimiento, el 31 de octubre pasado, de su séptimo nieto, la infanta Leonor, primogénita de los Príncipes de Asturias, "que amplía y garantiza la continuidad en la sucesión".
El monarca también se refirió a la Constitución española, que acaba de cumplir 27 años y sin la cual no podría explicarse "ni la modernización vivida por España ni la envidiable estabilidad política, económica y social que hemos venido disfrutando".
España es "una realidad de libertad y progreso", un país organizado territorialmente "en el respeto a su rica pluralidad y diversidad" y que debe sentirse "particularmente orgulloso" de su rico patrimonio histórico, cultural y lingüístico.
Por otra parte, el Rey se refirió a la unidad en la defensa de los intereses de España en el exterior y de una "más y mejor" educación e innovación tecnológica, al tiempo que pidió a todos los españoles, una sociedad "solidaria y de progreso", su compromiso para luchar contra la pobreza, la marginación o la exclusión. EFE
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