París, 19 sep (EFE).- El hallazgo de cantidades anormales de fósforo en los restos de dos de los 16 adeptos de la Orden del Templo Solar (OTS) carbonizados en Francia en 1995 relanzó hoy la tesis del asesinato múltiple, frente a la hipótesis del suicidio colectivo por la que apostó la justicia.
Un informe pericial encargado por un familiar de dos de las víctimas indica que los cadáveres tenían una cantidad de fósforo muy superior a la normal.
Ello podría explicarse por la utilización de un lanzallamas para quemarles, instrumento que no fue encontrado entre los restos, lo que echaría por tierra la tesis del suicidio sin intervención exterior.
El resultado del análisis de los restos de Edith Vuarnet y su hijo Patrick se han conocido tres días antes de que el Tribunal de Apelación de Grenoble (sureste de Francia) juzgue al director de orquesta franco-suizo Michel Tabachnik, presunto "número tres" de la secta.
Tabachnik, de 60 años, fue absuelto en primera instancia, en 2001, del cargo de asociación de malhechores, pese a que la Fiscalía, que había pedido cinco años de prisión contra él, le acusaba de estar en "el centro del adoctrinamiento" de los adeptos y de haber creado en sus escritos "una dinámica de homicidio".
Descontento con la tesis del suicidio colectivo, Alain Vuarnet, hijo de un ex campeón de esquí francés, pidió al experto Gilbert Lavoué que analizara los cadáveres de su madre y de su hermano, en los que aparecieron los anormales restos de fósforo.
"Traemos a la justicia la prueba irrefutable de que se trata de un crimen", dijo hoy Vuarnet, al exigir la reapertura del caso "para que se le puedan hacer a Tabachnik las preguntas buenas".
A esta propuesta se ha sumado el vicepresidente del grupo de estudio sobre las sectas de la Asamblea Nacional francesa (cámara de diputados), Jean-Pierre Brard.
La hipótesis de que los adeptos de la secta fueron quemados con un lanzallamas aclara, según explicó Vuarnet a la emisora "France Info", muchas de las lagunas que quedaron tras el juicio en primera instancia.
Según los investigadores, dos de los adeptos habrían tiroteado al resto del grupo con su consentimiento y habrían calcinado los cadáveres con ayuda de madera y gasolina, antes de suicidarse.
Para Vuarnet, las nuevas pruebas apuntan a que la matanza fue cometida con ayuda de otras personas y explican algunas de las lagunas, como "la ausencia de árboles talados en torno a la hoguera y de grandes cantidades de ceniza, así como la parcial carbonización de los cuerpos".
El experto Lavoué se apresuró a matizar las afirmaciones de Vuarnet, reconoció que había encontrado restos de fósforo "anormales" en los cuerpos estudiados, pero no tantos como dijo el primero, y negó haber aludido en su informe a un lanzallamas.
Lavoué, que participó como experto durante el juicio, analizó los restos de la madre y del hermano de Vuarnet, que fueron exhumados el pasado 5 de julio.
Los cadáveres de 16 personas, entre ellas tres niños, fueron hallados en un claro del monte Vercors en diciembre de 1995.
Era el tercer caso de supuestos suicidios colectivos de adeptos de la OTS, una secta apocalíptica desarrollada por el francés Joseph di Mambro y el belga Luc Jouret que propugnaba la muerte como un viaje a "Sirius", una lejana estrella.
El 30 de septiembre de 1994 se hallaron los primeros cinco cuerpos en Morin Heights (Canadá) y, pocos días después, aparecieron 48 cadáveres en dos chalets en Cheiry y Salvan (Suiza).
El 22 de marzo de 1997, hubo otros cinco muertos en la localidad canadiense de Saint-Casimir.
La Fiscalía francesa persiguió entonces a Tabachnik, único dirigente vivo de la secta. EFE
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