
Su apariencia, la manera de vestir, su forma de hablar y su pensamiento la revelan como una mujer reflexiva y con gran intelecto. La conocimos por su papel de Paulina, en
La comedia era una faceta de la actuación pendiente y añorada. Por eso cuando Fernando Artavia le ofreció ser parte del equipo de humoristas durante las transmisiones taurinas de
La oportunidad llegó en un momento de ebullición en su carrera. Además de mantenerse activa en las tablas –su gran pasión– trabaja en afianzar el segmento
Dice que como psicóloga ella es muy buena actriz. Por eso, disfruta al máximo su trabajo como asistente en un centro de adultos mayores. Allí refuerza una filosofía de vida orientada hacia la búsqueda de la armonía y la paz espiritual.
Enamorada y activa, la joven actriz tiene entre sus planes un pronto debut en el
--¿Se aburrió de ser la “chica fresita” de
--Yo ya quería cambiar. Estaba cansada de hacer el mismo personaje.
--¿Se cansó de
--No estaba cansada de
--En los toros hizo a “Katherine”. ¿No es ella un clon de Paulina?
--Pues no. Es un personaje muy distinto. Por ejemplo, Paulina hablaba perfecto inglés y Katherine no. Esta no tiene de qué jugar.
--¿Y qué tal se sintió en su nueva faceta de comediante?
--Estaba tan nerviosa que cuando íbamos en la móvil los primeros días ni siquiera hablaba y al quinto día la maquilladora dijo: “¡miren Rebeca está hablando!” y todos comenzaron a aplaudir.
--A diferencia de la actuación tuvo que improvisar.
--Sí hay improvisación, pero también hay construcción de personajes, chistes preparados... desde mi punto de vista siempre se sale de la zona de confort.
--¿Le gusta salir en la televisión?
--Alguna gente piensa eso. Que el segmento
--¿Quiénes piensan eso? ¿Gente del mismo gremio?
--Sí, me he topado con resistencias por parte de algunas personas del gremio teatral.
--¿Qué tipo de resistencias?
--Ponen mil argumentos para no dar la entrevista o hacerla como ellos quieren, o hay mala voluntad para hacer las tomas de las obras y me llegan malas vibras en un momento en que yo estoy muy positiva y no voy a dejar que un grano de arroz me arruine el banquete. Pero el grueso del gremio lo tiene claro y ha visto los beneficios del segmento.
--¿Se vale de todo a la hora de hacer teatro en Costa Rica?
--Todo vale. El público es el que escoge. Hay gente que no le gustan las obras serias. Y a otras personas no les gustan las comedias. Yo me caso con todas. El que escoge es el público. ¿Que no quieren ver a una actriz en
--¿No cree que exista en el medio teatro chabacano?
--No, no me atrevo a decir eso. María Bonilla (actriz y directora teatral) decía que no puede ser que porque a mí no me gusta el color café haya que sacarlo de la paleta de colores. Como teatrera amo a todos los colores por igual. El punto es que vayan al teatro.
--¿Es verdad que estuvo trabajando en un
--Sí, es cierto. Eso ocurrió justo cuando había renunciado a
--¿Fue difícil?
--Fijate que viví la experiencia seis meses y eso de pasar todos los días en el mismo lugar me volvió loca. Además, durante esos seis meses la empresa creció y los jefes fueron cambiando, cambiaron el perfil de todo el proyecto al mejor estilo de Míster Scrooge y se pusieron muy avaros. Rescato que ahí conocí mucha gente y logré hacer muchas amistades.
--¿Estuvo peleada con el teatro?
--No, nunca he estado peleada con el teatro. Incluso durante ese tiempo que trabajé en el
--¿Qué pensó cuando la llamaron de
--Pensé: “¿Yo? ¿La comechocolates? ¿La que come chifrijo?” y después me dije: “¿Y por qué no? ¿Qué tiene de malo?”
--¿Habría desechado esa propuesta en otro momento de su vida?
--Acepté porque se cuidan detalles como luz, vestuario, maquillaje. Mi gran amiga del alma, Rocío Carranza, me dijo que era un equipo profesional que se toma el trabajo en serio y eso me dio confianza.
--Pero usted tiene un aire más de intelectual.
--Agradezco que se me dé el título de intelectual, lo abrazo, pero también se me hace interesante mostrar una mujer actual, ¡diay que es guapa!, pero al mismo tiempo puede ser inteligente y extrovertida. Me parece que es un nuevo perfil de mujer. Tengo claro que hubo una época en la que ni siquiera podíamos votar y ahora es una época en la que puedo decir: “¿No les molesta que muestre el chifrijo?” Lo muestro. ¿No les molesta que muestre el chocolate? Lo muestro. Porque en mi caso el equipo de
--¿Le gustó el resultado?
--En una foto se me ve un rollito de carne y yo les dije: ¿Por qué no usaron
--Usted bailó con Erick Lonis en Bailando por un sueño. ¿Cómo fue esa experiencia?
--Fue un reto de una semana. Él (Lonnis) no tenía ni la menor idea de con quién hacerlo. Vio
--El baile a veces saca chispas ¿hubo chispas con Lonnis?
--De amistad. Claro que sí.
--¿Nada más?
--Sí, si no estuviera viviendo ahí en Poás (se ríe).
--¿Tiene algún enamorado?
--Sí. Se llama Mauro Borges. Él es cineasta. (Hijo del entrenador de futbol Alexander Guimaraes).
--¿Y cómo se dio el
--Una amiga en común nos presentó. Ella me dijo, “ustedes dos van a congeniar” y en efecto. Hasta la fecha. Coincidimos como en un 90% de las cosas y tenemos una excelente comunicación.
--Uno de sus momentos más difíciles fue la muerte de su papá (Alejandro Alemán, en el 2010)
--La vida me cambió en 180 grados porque tuve la suerte de tener un papá que cada día tenía para mí una aventura. Me contó el día que conoció a Beto Cañas, o el día que se perdió en Infiernillo de Alajuela. Cuando perdió el mapa en Hong Kong o el día que conoció a Donald Trump en un ascensor. Disfruté cada día con él como si fuera el último. Era la persona más feliz del mundo.
--¿Cómo vivió ese momento?
--Mi papá se quedó sin aire frente a mí, y me tocó enterrarlo. Pero gracias al psicoanálisis no lo vi con distancia. Disfruté la muerte de mi papá. Yo sé que para muchas personas eso es difícil de entender. Pero así fue. No te voy a mentir, en el momento es un golpazo del tamaño de la catedral, pero luego lo ves con otros ojos y como una oportunidad para aprender y crecer. Cualquier psicoanalista te dirá que si tenés un entierro de verdad aprovechalo al máximo. Aún y cuando sea el gato del vecino.
--¿Se considera una persona feliz?
--Tengo cóleras, pero no me gobiernan. Yo las gobierno a ellas. Comprendo que esta vida es demasiado linda y demasiado corta.
--Como psicóloga ¿qué corregiría de su personalidad?
--Soy muy obsesiva. Me puedo ceñir tanto en detalles como en cosas macro. A veces no hay que ser así.
--¿Qué otra cosa la afecta?
--Padezco de introspecciones y dudas gigantes. Y eso sucede a todo nivel, a nivel sentimental, laboral, económico. Trabajo muchísimo en eso, en tomar decisiones con mayor paz sin tener que irme en esas nebulosas mentales.
--A usted todavía se le recuerda por personificar a Laura Chinchilla como marioneta en un
--Sí, yo me casé con el proyecto y lo disfruté muchísimo. Se me hace interesante poder ver hacia atrás y darme cuenta de que formé parte de una campaña política que no fue una más y que vino a revolver en muchísimos niveles muchas cosas.
--Si se topara ahora con doña Laura ¿qué le diría?
--Le tendría tanto respeto como te tengo a vos o a cualquier otra persona.
--¿Ejerce la psicología?
--En realidad hago una asistencia porque soy bachiller y no puedo ejercer porque para eso necesito la licenciatura. Trabajo en un centro terapéutico para personas de la tercera edad y te puedo decir que como psicóloga soy muy buena actriz. Con los viejitos y las viejitas me río muchísimo. Son seres humanos en su máximo esplendor.
--¿Adonde trabaja?
--En Casa Sol, con doña Jenny Mora, que es pionera en tema de gerontológica. Ella me ha acercado mucho a las neurociencias y han sido para mí un nuevo acercamiento y mucho más positivo que como lo viví en la universidad.
--¿Es verdad que quiere hacer
--Uyyy, le tengo tanto respeto, pero sí. Ya pronto, ya pronto. Si ya me tiré a contar chistes en los toros ya dí mi primer paso como comediante. ¡vámonos!
--¿Y qué temática abordaría en sus rutinas?
--De nosotras las mujeres. Me encantaría poder hacer comedia de nosotras. Solo una mujer puede entender lo que es ir a una cita ginecológica, o ponerse un tampax o una toalla sanitaria y poder hacer un chiste sobre eso. Solo una mujer puede entender lo que es salir con un hombre que solo piensa en sí mismo, o con un caballero que piensa en vos y de ambas situaciones poder hacer un chiste.
--¿Aceptaría el reto de los toros en Teletica?
--Don Fernando Artavia me insistió desde el día número uno para que le ayudara con uno de los días del reto, pero le tengo pavor a esas vaquillas que por más chiquitillas que sean son más de 200 kilos empujándote y yo les tendría muchísimo miedo. No me atrevería.