Washington. El exvicepresidente Albert Gore reapareció en la vida pública estadounidense con duras críticas al presidente George W. Bush, y anunció que el año próximo decidirá si concurre o no a las elecciones presidenciales de 2004.
Desde su derrota electoral en 2000 frente a Bush, marcada por las irregularidades que se detectaron durante el recuento de los votos en Florida, Gore había mantenido una posición discreta y nunca había criticado abiertamente al actual presidente.
Pero en una conferencia en Memphis, en Tennessee, el candidato demócrata a las pasadas elecciones afirmó este fin de semana que Bush lleva muy mal la economía, e incluso la lucha contra el terrorismo.
"No han capturado a Osama bin Laden. Se negaron a permitir que entraran en Afganistán suficientes tropas internacionales como para impedir que este país quede en manos de los 'señores de la guerra'", declaró Gore.
En el plano económico, Gore afirmó que el equipo de Bush no ha puesto por delante los intereses de los estadounidenses.
"Hemos visto que se han nombrado responsables de la Comisión Federal de Comunicaciones, de la Comisión Federal de Regulación de la Energía y de otras agencias que no están precisamente mirando por los intereses de los habitantes de este país", indicó el exvicepresidente.
Gore dijo que las personas nombradas "está mirando por los que les controlan".
El dirigente demócrata manifestó también que el año próximo tomará la decisión de si concurre o no a las elecciones y, de hacerlo, precisó que no concederá tanta importancia a las encuestas, como hizo en 2000.
La anulación por irregularidades en la emisión de los votos de decenas de miles de papeletas en varios condados de Florida dejó a Gore fuera de la Casa Blanca, pese a que los sondeos indicaban que podría ser el virtual ganador.
Aunque aquellos votos nunca fueron tomados en cuenta y se desestimaron, lo que dio la victoria a Bush por un estrecho margen, recuentos efectuados por medios de comunicación de Florida afirman que eran mayoritariamente favorables al candidato demócrata.
Una vez que el Tribunal de Apelaciones se pronunció, Gore dio por zanjado el asunto y se retiró a un segundo plano en la vida política nacional.
Reapareció ahora, en una reunión en Menfis denominada Liderazgo 2002, en la que los demócratas pretenden coordinar las elecciones legislativas de 2002.
"El presidente Bush ha permitido a su equipo político que utilice la guerra como un arma política para dividir a la gente", afirmó Gore.
También criticó el papel del mandatario estadounidense en la crisis abierta por los colapsos e irregularidades detectadas en las grandes corporaciones estadounidenses, como Enron o WorldCom.
"Yo creo que un presidente de Estados Unidos que afronta este tipo de situaciones tiene que hacer más por restaurar la confianza del país en la economía", señaló el político demócrata.
Aunque el Ejecutivo no respondió formalmente a las críticas de Gore, la secretaria de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Condoleezza Rice, señaló que Gore está equivocado en sus críticas sobre la guerra en Afganistán.
"Estados Unidos no está solo en Afganistán, allí hay tropas de 27 países y hemos conseguido acabar con el régimen talibán y restaurar una democracia. Se han hecho muchas cosas para el tiempo transcurrido", unos 8 meses, dijo la asesora de Bush.
Edición periodística: Gerardo González y Juan Fernando Lara . Fuente: agencias.