LONDRES (AFP) - La controversia creada por la actitud racista hacia una famosa actriz de "Bollywood" que participa en un programa televisivo británico se ha convertido en una tempestad que ha perturbado incluso el primer viaje a India del ministro de Finanzas, Gordon Brown.
Aunque la estrella del cine indio, Shilpa Shetty, minimizó el jueves las acusaciones de que había recibido un trato racista de parte de los otros concursantes en el programa "Big Brother, la versión británica de Gran Hermano, la tempestad no ha hecho más que intensificarse.
"La gente dice cosas en un momento de cólera", dijo la actriz. Pero las protestas siguen lloviendo y el principal apoyo financiero del programa, la firma de telefonía celular Carphone Warehouse, retiró el jueves su patrocinio a Big Brother.
La agencia de control de la televisión comercial, Ofcom, ha recibido más de 27.000 quejas oficiales en 72 horas -un récord-, por los insultos "racistas" recibidos por Shetty de parte de los otros inquilinos de la Casa.
Al mismo tiempo, preocupados por la controversia -que daña la imagen "multicultural" de la que se enorgullece Gran Bretaña- el primer ministro Tony Blair, el alcalde Ken Livingstone, sindicalistas y políticos de todos los partidos se han visto obligados a expresar sus críticas al racismo supuestamente vehiculado en el popular programa de "telerealidad".
En India, el gobierno amenaza con represalias mientras en las calles de varias ciudades manifestantes queman efigies de algunos de los concursantes, que habrían llamado a Shetty "perra", entre ellos la ex reina de belleza Danielle Lloyd, Jo O'Mara, ex cantante de S Club 7 y Jade Goody, una desconocida que adquirió fama por ganar una edición anterior de Big Brother.
Por su parte, Gordon Brown, considerado el futuro primer ministro laborista, intenta amortiguar la crisis causada por el programa, insistiendo que India y Gran Bretaña no están divididos por la polémica sobre "Big Brother". Pero sus esfuerzos parecen vanos, porque la controversia sigue dominando su visita.
Las imágenes de la bella actriz de origen tamil, de 31 años, interrogando a los otros inquilinos de la casa sobre por qué la odian -"¿Por qué me odian? ¿Por qué me detestan?"- son repetidas insistentemente por los canales noticieros británicos.
Los televidentes vieron por ejemplo a Goody decirle a Shilpa: "¡Vete de regreso a los tugurios!", y otra inquilina le gritó "¡Vete a tu país!".
Sheti, que es una de las más famosas actrices de India -donde las estrellas de cine son tratadas como realeza- vive en un inmenso y lujoso apartamento en la zona más exclusiva de Bombay.
La actriz india es en realidad la única de los concursantes que es "una celebridad": decenas de millones la veneran en India, mientras los concursantes del programa se mofan de ella, de su cultura, de su comida, y rehúsan incluso aprender a decir su nombre.
Mientras tanto, el Canal cuatro, que transmite Celebrity Big Brother, se frota las manos, registrando un alza de su audiencia, que se disparó la víspera hasta alcanzar 5,7 millones de televidentes, cifra que será seguramente superada el viernes, cuando uno de los concursantes será expulsado por los otros inquilinos de la casa.
La dirección de ese canal, que ha recibido 3.000 quejas de los televidentes, insistió el jueves que Shetti no ha recibido un trato racista de los demás concursantes, asegurando que los otros inquilinos de la Casa no habían pronunciado el término "paqui", que en este país equivale a un insulto racista hacia las personas procedentes de Asia.
El canal subraya que las diferencias entre los inquilinos tienen que ver con "cultura" y "clase", no con racismo.
Asimismo, como resultado de esta controversia, Danielle Lloyd perdió un lucrativo contrato para modelar para una compañía de motos.
Mientras, la BBC reveló que ha recibido 14.000 correos electrónicos sobre esta polémica.
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