Esa triste figura alguna vez fue adolescente. Y aunque ahora tiene 400 años, se contagia con la juventud de cada colegial que debe repasar las aventuras del Quijote de La Mancha.
Mas, para que los jóvenes se acerquen al ingenioso hidalgo, a veces hace falta hablarles en su propio idioma.
Y eso es lo que pretende la obra de teatro El Quijote, una original puesta en escena que se presenta por estas fechas en el teatro de Pueblo Antiguo, ubicado en el Parque de Diversiones.
Se trata de una obra en la que el protagonista sigue tan loco como siempre, pero su apariencia ya no es la misma. Viste jeans, camiseta negra y botas militares; tiene el pelo largo, el mentón rasurado y un tatuaje en una ceja.
Si bien las andanzas y locuras del imaginativo caballero suceden como las narró el escritor español hace cuatro siglos, los escenarios y actores parecen estar muy anclados en este milenio.
Ahí está Sancho Panza, el inocente escudero vestido con shorts, camiseta, tenis y un gorro de lana. Juntos parten a deshacer entuertos: el caballero montado en su fiel bicicleta, Rocinante, y el siervo, en su humilde scooter.
El camino lo llenan los personajes que los libros, videos y cd's de caballerías pusieron en la mente de Alonso Quijano.
Armado con una espada, un celular, un casco de motociclista y su incondicional amor a Dulcinea del Toboso, don Quijote se enfrenta -peleas estilo Matrix incluidas- a molinos de viento, gigantes y ovejas, convertidos en fieros oponentes.
"Cervantes quiso criticar en su obra las modas de su época que resultaban dañinas para la sociedad, y hoy también hay modas similares, por eso queremos llevar a los jóvenes el mensaje de que no sean víctimas de ellas", explicó el director, José Chaves, diseñador creativo de la obra.
Agregó que cada mes presentan unas 16 funciones. Y aunque el teatro de Pueblo Antiguo ha sido su "centro de operaciones", ya han viajado con El Quijote hasta diversos colegios de Limón, Puntarenas y Pérez Zeledón.
"La temporada alta va de abril a finales de agosto, y aunque siempre aclaramos que esta obra no sustituye la lectura, el público se identifica e interactúa mucho con nosotros; hasta ha pasado que en diciembre nos llaman de un colegio para que llevemos la obra", concluyó Chaves.