Moscú, 3 jul (EFE).- El presidente ruso, Vladímir Putin, y el canciller alemán, Gerhard Schroeder, visitaron hoy la tumba del filósofo Immanuel Kant en la ciudad rusa de Kaliningrado, antigua Koenigsberg prusiana.
Tras celebrar una reunión no oficial a la que también asistió el presidente francés, Jacques Chirac, Putin y Schroeder se dirigieron a la antigua Catedral de la ciudad, edificada en 1333 y junto a cuyos muros fue enterrado Kant tras su muerte en 1804.
Los dos mandatarios colocaron unas rosas en la tumba de Kant, que se conservó intacta no obstante los bombardeos de 1944, y alabaron su legado filosófico y su impacto en la cultura tanto alemana y rusa como, en general, europea y occidental.
Putin recordó que Kant, nacido en Koenigsberg en 1724, 70 años más tarde fue elegido miembro honorífico de la Academia de Ciencias de San Petersburgo y que incluso llegó a ser ciudadano ruso durante un período en que la ciudad perteneció al Imperio ruso.
Los líderes ruso y alemán asistieron además a un acto en el que se adjudicó el nombre de Kant a la Universidad de Kaliningrado, donde el filósofo prusiano estudió de joven y después trabajó durante 40 años.
Putin y Schroeder abrieron una placa conmemorativa colocada con ese motivo en el viejo edificio de la antigua Universidad Albertina, junto al cual se encuentra un monumento a Kant hecho en Alemania para sustituir al original perdido en la II Guerra Mundial.
Ambos dirigentes destacaron la importancia simbólica de ese acto como otro gesto de reconciliación y amistad de los pueblos ruso y alemán tras la última contienda mundial, y Schroeder instó a sacar lecciones del pasado para no repetir los errores históricos.
Schroeder subrayó que esta es su primera visita a Kaliningrado, que pasó a manos de Rusia al final de la guerra, y prometió volver para conocer mejor esa ciudad y su región, ahora enclave báltico de Rusia dentro en la Unión Europea.
El canciller destacó ese papel especial de Kalinigrado como punto de encuentro entre Rusia y Europa y, aunque admitió que muchos en Alemania añoran esa ciudad, subrayó que "esto ya es historia" y hay que mirar al futuro para "superar las fronteras".EFE
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