La presencia de Abigaíl Simon sobre el escenario del Teatro Nacional no pasa inadvertida para nadie, mucho menos para María Amalia Pendones, directora y coreógrafa del ballet La Sirenita, que estrena esta noche la Compañía y Escuela Danzay.
La joven neoyorquina no solo debutará como figura estelar del ballet gracias a la invitación de Pendones, sino que el azar colaboró para que la vieja relación que había entre ambas se reanudara.
Cuando la coreógrafa costarricense le escribió a John Meehan (director del American Ballet Theater Studio Company) solicitándole una bailarina para protagonizar su montaje, jamás imaginó que la sugerida sería Simon.
"Fui su primera profesora de ballet", narra Pendones. "Fue hace más de 10 años, cuando yo era profesora del Ballet Hispánico de Nueva York".
Bailar lejos de casa
Para Pendones, además de este viejo lazo afectivo y creativo, destaca el hecho de que es la primera vez que una bailarina de esta compañía -considerada entre las mejores del mundo- viene al país, invitada a colaborar en un montaje.
"Desde que la conocí vi el potencial grandísimo que tenía. Abigaíl tiene el talento y el entrenamiento perfecto".
Para Simon -quien no tuvo que sacrificar su entrenamiento pues estará de vacaciones hasta setiembre- su participación en La Sirenita fue oportuna y emocionante. "Tengo la posibilidad de desempeñar un papel que me hace verme y sentirme muy bien; es un personaje con el cual me identifiqué muchísimo", dice.
Aunque no es la primera vez que baila en un ballet contemporáneo, las características del montaje local -sobre todo por el uso del video- lo han convertido en un acontecimiento inédito para ella.
Aunque Abigaíl es una "profesional en sus inicios", como ella misma se define, a sus 18 años está muy cerca de lograr su meta, inalcanzable para muchos: formar parte de la compañía profesional del American Ballet Theater.
Después de audicionar en tres oportunidades, Simon fue elegida en enero pasado para integrar la compañía juvenil del American Ballet Theater. Junto a otros 12 bailarines (6 hombres y 6 mujeres), Simon formó parte de la restringida cuota de ingreso anual de la institución.