París, 7 oct (EFE).- El presunto "número uno" de ETA y jefe de su aparato político, Mikel Albisu, "Mikel Antza", fue procesado hoy en París por una juez antiterrorista, cuatro días después de su captura en un amplio operativo policial que asestó un golpe demoledor a la banda, dijeron a EFE fuentes judiciales.
El considerado como máximo responsable de ETA desde hace casi doce años fue imputado por la juez Laurence Le Vert por el nuevo delito de dirección u organización de una asociación de malhechores con fines terroristas, castigado con hasta 20 años de prisión y que es juzgado por un tribunal de lo criminal, no el correccional.
Después de su procesamiento por éste y otros cargos, "Mikel Antza", de 43 años, ha comparecido ante un juez de las libertades y la detención, para que dictara su ingreso en prisión, agregaron las fuentes.
Mientras, su compañera y también dirigente de ETA, Soledad Iparragirre, "Anboto", capturada con él el pasado domingo en el suroeste de Francia, se disponía a comparecer, pasada la medianoche, ante otra juez para su procesamiento, previsiblemente por los mismos cargos que los imputados a "Mikel Antza".
A "Anboto", presunta ex miembro de los comandos "Madrid" y "Araba", ex jefa de los comandos "legales" de la banda y actualmente supuesta responsable del aparato de "extorsión", España le atribuye su participación en unos 15 asesinatos en los años 80 y comienzos de los 90.
Otros nueve detenidos, en su mayoría franceses, en la demoledora redada policial contra la banda fueron procesados por asociación de malhechores con fines terroristas, punible con hasta 10 años de cárcel, y otros cargos, y comparecieron ante jueces de las libertades y la detención para que dictaran sus ingresos en prisión.
Además de descabezar a la banda, el operativo del pasado domingo asestó un fuerte golpe a su estructura militar y logística.
La policía descubrió tres zulos "históricos", repletos de explosivos y armas, incluidos dos misiles portátiles rusos "Sam-7", que pueden derribar helicópteros y aviones que vuelan a baja altura.
Los agentes, que siguen registrando los zulos y otros cuatro escondites, también encontraron una documentación muy abundante e importante, amén de archivos financieros, cuyo análisis tomará meses, sino años, además de decenas de miles de euros en efectivo. EFE
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