"Socialismo o muerte" es el lema del Partido Comunista de la extinta (PCUS), cuyo congreso reconstituyente concluyó ayer, domingo, en Moscú.
El Partido Comunista de Rusia, la fuerza más numerosa de la oposición al Kremlin, no participó en las labores del congreso de los "comunistas soviéticos", a los que considera como un movimiento demasiado radical y peligroso para formar alianzas.
El líder del movimiento bolchevique "Rusia Trabajadora", Víctor Anpilov, fue elegido en el congreso primer secretario del Comité Central del PCUS.
Anpilov consideró simbólico el hecho de que la reconstitución del PCUS, proscrito tras la intentona golpista de agosto de 1991 en la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y desaparecido junto con la URSS, haya tenido lugar en vísperas del 80 aniversario de la revolución bolchevique, que se celebrará el próximo viernes.
El líder proletario -hispanista de profesión, lo que explica el parecido de su lema con los de la revolución cubana- dijo a la prensa que el programa del PCUS aprobado por el congreso apunta al "restablecimiento del socialismo en territorio de la URSS".
El dirigente obrero, quien pasó varios meses en la cárcel por defender con armas el Parlamento ruso disuelto a cañonazos por el Kremlin en octubre de 1993, explicó que esta meta sería alcanzada en "dos etapas de lucha": una "de liberación nacional" y otra "proletaria".
En la primera etapa, el partido pretende "apartar del poder el régimen antipopular gobernante", y en la segunda "restablecer plenamente el Poder Soviético personificado en los Soviets como órgano de la dictadura del proletariado".
Según Anpilov, los proyectos del programa y estatutos del PCUS aprobados por el foro serán enviados a las organizaciones de base de todas las fuerzas políticas de orientación comunista de las 15 repúblicas de la extinta URSS, y en 1998 "se celebrará la segunda etapa del congreso reconstituyente de los comunistas soviéticos".