Lusaka (EFE). El presidente electo de Zambia, Levy Mwanawasa, juró hoy su segundo y último mandato de cinco años, tras ser declarado oficialmente ganador de las elecciones celebradas en el país el jueves pasado.
A la ceremonia, celebrada en la sede del Parlamento de Zambia, en Lusaka, asistieron los presidentes de Tanzania, Jakaya Kikwete, y Namibia, Hefikepunye Pohamba.
En su discurso inaugural, Mwanawasa, del Movimiento por una Democracia Multipartita (MMD), adoptó un tono conciliador hacia sus oponentes políticos que participaron en las reñidas elecciones de la semana pasada.
"Fueron comicios muy reñidos con oponentes de valía, a quienes felicito por haber luchado enérgicamente", dijo Mwanawasa.
Sin embargo, dos de los cuatro candidatos de la oposición en las presidenciales, Michael Sata, del Frente Patriótico (PF), y Hakainde Hichilema, de la Alianza Democrática Unida (UDA), han denunciado el escrutinio, que consideran "fraudulento" y pidieron que fuera revisado, aunque la Comisión Electoral desestimó la demanda.
"Estas elecciones constituyen una victoria para la democracia del país .. Es una pesada responsabilidad, un papel sagrado, servir a un país como Zambia", dijo el reelegido mandatario.
Afirmó que los comicios, los cuartos que se celebran en Zambia después de que se instaurara en 1991 el sistema electoral multipartito, fueron "libres y justos" y que el electorado tomó la "decisión correcta" al votar por el MMD, que al final de este mandato habrá estado 20 años en el poder.
El MMD no tendrá, sin embargo, el control absoluto del Parlamento, ya que se quedó a tres escaños de la mayoría absoluta, al obtener 72 de los 150 diputados que integran la cámara.
Las leyes del país le otorgan al jefe de Estado la prerrogativa de nombrar personalmente a otros 8 legisladores, pero aun así el partido en el Gobierno no llegará a los dos tercios requeridos para aprobar leyes sin recurrir a alianzas con otros grupos.
Mwanawasa prometió elevar el nivel de vida de la empobrecida población de Zambia mediante la provisión de mejores servicios sociales.
La oposición centró la campaña electoral en los altos índices de pobreza, que afecta a las dos terceras partes de los 11 millones de habitantes del país, además del alto desempleo y el deficiente sistema de salud.