
BOGOTA (AFP) - El presidente colombiano, Alvaro Uribe, se declaró este sábado a favor de que la justicia de su país pida en extradición a los directivos de la bananera estadounidense Chiquita Brands que pagaron 1,7 millones de dólares a grupos paramilitares entre 1997 y 2004.
"Eso es normal. La extradición debe ser de aquí para allá y de allá para acá. Eso está en manos de la Fiscalía", dijo Uribe a periodistas en un acto que se realizó este sábado en el sur de la capital colombiana.
El viernes, el fiscal General Mario Iguarán manifestó que se pondría en contacto con la Corte del Distrito de Columbia (EEUU) para fortalecer las investigaciones y establecer si con dinero de la multinacional se adquirieron fusiles y se realizaron varias masacres en el noroeste colombiano.
Un documento judicial estadounidense señala que entre 1997 y febrero de 2004 las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC, extrema derecha) recibieron de Chiquita Brands 1,7 millones de dólares, distribuidos en 100 pagos que se disfrazaron como aportes a empresas de seguridad por esos servicios en el noreste y norte colombiano.
El jueves, tras un arreglo judicial la firma estadounidense informó que acordó abonar una multa de 25 millones de dólares por los pagos a los paramilitares.
En un comunicado, Chiquita Brands señaló que "había sido obligada a hacer pagos a grupos paramilitares de derecha y de izquierda en Colombia para proteger las vidas de sus empleados".
"Esa es una magnifica señal de la justicia estadounidense. Aplaudimos que eso haya sucedido y si hay otras compañías que están en la fila para ser sancionadas, pues magnífico", dijo el jueves, el ministro de Defensa Juan Manuel Santos al saludar la sanción aplicada por la justicia estadounidense.
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