Ciudad de Panamá, Panamá. Mireya Moscoso, la primera mujer que es elegida presidenta de Panamá y viuda del tres veces derrocado líder Arnulfo Arias, prometió el lunes hacer realidad la misión de su desaparecido esposo de ayudar a los pobres de este país centroamericano.
Después de ganar las segundas elecciones presidenciales que se celebran en Panamá desde la invasión estadounidense de 1989 que depuso al dictador Manuel Antonio Noriega, Moscoso recurrió al recuerdo del estadista elegido y derrocado en tres ocasiones antes de que muriera en 1988.
"Muchas veces me decía: 'he venido a una misión en este mundo, y no puedo irme sin terminarla'. Pero Dios se lo llevó antes de terminar", dijo Moscoso ante sus delirantes seguidores en el discurso de la victoria que pronunció en la madrugada del lunes.
"Hoy yo quiero decirle a él en el cielo donde está... aquí estoy yo, que voy a terminar esta misión de Arnulfo Arias", agregó.
Las autoridades electorales declararon a Moscoso ganadora sobre Mart- Torrijos, el hijo de 35 años del desaparecido hombre fuerte panameño Omar Torrijos, quien derrocó al esposo de Moscoso en un golpe militar en 1968.
Cuando se había escrutado el 89,1 por ciento de los votos, ella tenía un 44,6 por ciento de las preferencias, seguida por Torrijos, con 37,7 por ciento, indicaron los resultados oficiales.
Moscoso será la primera líder no vinculada al gobernante Partido Revolucionario Demócrata (PRD) en asumir el poder pacíficamente desde que lo hizo su esposo en 1968.
La presidenta electa, de 52 años, una ex secretaria de la oficina de seguridad social de Panamá, subirá a la presidencia el primero de septiembre, cuatro meses antes de que el gobierno tome el control del recurso más preciado del país, el Canal de Panamá.
Ella será la encargada de darle la despedida a los militares estadounidenses, los que deben irse de Panamá el 31 de diciembre de acuerdo con un tratado firmado en 1977 por el padre de su rival y el hombre que la envió al exilio, Omar Torrijos.
Pero mientras millares de arnulfistas, que se llaman así por su líder, Arnulfo Arias, recorrían las calles de la capital en bulliciosas caravanas con pancartas, sombreros y camisetas que decían "¡Volvimos!", Moscoso se enfocó en los pobres, el eje ideológico de la plataforma de su Partido Arnulfista.
"No olvidaré mis raíces ni mi compromiso de combatir el desempleo, la pobreza y sus consecuencias", afirmó. "Mireya Moscoso sabe que los problemas humanos no tienen soluciones políticas, sino que tienen soluciones humanas".
En Panamá, una nación de 2,7 millones de habitantes, alrededor del 36 por ciento de la población vive debajo de la línea de pobreza y el desempleo alcanza al 12,8 por ciento.
La sólida votación que recibió Moscoso en esta ocasión fue una versión victoriosa del buen resultado que obtuvo en los comicios presidenciales de 1994, en los cuales dobló su respaldo en las últimas semanas de la campaña.
Hasta dos semanas antes de las elecciones del domingo, iba a la zaga de Torrijos en las encuestas de opinión hasta por 15 puntos de porcentaje.
Su retórica populista encontró terreno fértil en medio del descontento de la población por las reformas económicas del PRD y los oscuros recuerdos de 21 años de dictadura militar bajo el padre de Torrijos (1968-1978) y más tarde Noriega (1978-1989).
"Esta victoria vino de la incrementación salvaje de la noche a la mañana que ya hizo daño al pueblo", declaró el secretario general del partido de Moscoso, Víctor Juliao.
Moscoso llamó a sus compatriotas a enfrentar con responsabilidad el desafío de la entrega del Canal de Panamá y prometió mantener la política fuera de la operación de la vía fluvial.
"Es un reto que tenemos por delante. Tenemos que mostrar al mundo que los panameños van a hacer también como hicieron los norteamericanos", señaló.
Edición periodística: Adriana Quirós Robinson, La Nación Digital. Fuente: agencias.